Comentarios de libros (III)

Le toca el turno a la tercera entrega de Comentarios de libros:

Abierto toda la noche (David Trueba): 6/10. Bien escrito, y entretenido, aunque no llega a Cuatro amigos.

Compre Júpiter (Isaac Asimov): 8/10. No soy entusiasta de Asimov, pero recomiendo este volumen no tanto por sus cuentos (media docena son brillantes), sino por los comentarios previos del autor.

Dalí (Pablo A. Lapuente Benavente): 4/10. Demasiada forma, y poco fondo, para un libro planteado como divulgativo.

Espacio Ed. Mosaico -nº 3- (VA): 6/10. Dos buenos cuentos, y dos regulares.

El coronel no tiene quien le escriba (Gabriel García Márquez): 5/10. Sencillo y costumbrista relato, plagado de conmovedoras metáforas.

El cuaderno de Noah (Nicholas Sparks): 5/10. Una utópica historia de amor.

El jardín de Rama (Arthur C. Clarke y Gentry Lee): 7/10. Bien narrado y bien escrito.

Iván el imbécil (León Tolstói): 7/10. Sencillo cuento, que refleja magníficamente la praxis del naturismo libertario.

Las cinco personas que encontrarás en el cielo (Mitch Albom): 5/10. Reflexiones sobre la relevancia de nuestros actos en la vida.

Leonardo Da Vinci (Enrique Cuenca): 4/10. Difícil tarea la de resumir tamaña biografía en poco espacio.

Maa (Georges Murcie): 5/10. Previsible sci-fi francesa ambientada en Barcelona.

Noni, el jugo de la vida (Jack Lawson): 4/10. Interesante vistazo global, pero repetitivo, y sin datos de concentraciones.

Nueva dimensión -nº 116- (VA): 4/10. Lo mejor, los cuentos de los lectores.

Rimsky-Korsakov (J. Martín): 4/10. No es capaz de transmitir pasión alguna del protagonista.

Tres secretos (León Tolstói): 5/10. Demasiado místico-religioso para mi gusto.

Un ladrón honrado (Fedor Dostoievsky): 5/10. Resulta previsible, pero está bien escrito. Es breve, así que poco se pierde leyéndolo.

Van Gogh (Jorge Peitx): 6/10. Interesante biografía y una narración bien condensada.

Ventanilla de cuentos corrientes (Enrique Jardiel Poncela): 8/10. Breves relatos sin demasiada exquisitez literaria, pero muy originales en la forma y la historia, impresionantes aquellos que evitan deliberadamente el uso de una letra concreta del alfabeto.

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