ENERO

3 de enero

BEATO CIRIACO ELÍAS CHAVARA, PRESBÍTERO

OCarm y OCD: Memoria libre


Nació el 8 de febrero de 1805 en Malabar (India). En 1829 fue ordenado sacerdote por un obispo carmelita. Con otros nueve sacerdotes fundó la Congregación de Carmelitas de la Inmaculada que cuenta con numerosos religiosos. Posteriormente fundó también una Congregación femenina. Fue gran impulsor de la fe, la cultura y la unión de las Iglesias cristianas. Murió el 3 de enero de 1871. Fue beatificado el 8 de febrero de 1986.

Del Común de pastores o de santos varones: para los religiosos.

Oficio de lectura

Segunda lectura

De una breve nota redactada por el padre Leopoldo Beccaro, misionero carmelita, director espiritual (1864?1871) del beato Ciriaco Elías

Luchó sin descanso contra la propagación del cisma

Hoy, martes, 3 de enero de 1871, a las siete y cuarto de la mañana, el padre Ciriaco Elías de la Sagrada Familia, primer prior, ha fallecido, después de una vida de singular inocencia. Pudo declarar, antes de la muerte, que nunca en la vida había perdido la gracia bautismal.

Cultivó con ahínco las virtudes, especialmente la sencillez de corazón, la fe viva, la obediencia entrañable, así como la devoción al Santísimo Sacramento, a la bienaventurada Virgen y a san José.

Hubo de pasar muchas penalidades por el bien de los cristianos de Malabar, principalmente con ocasión del cisma de Mar Rokos. Fue entonces cuando, designado vicario general de la Iglesia siro?malabar, demostró su extraordinaria devoción a la Santa Sede. Luchó sin descanso contra la difusión de aquel cisma; y así pudo salvar de la escisión eclesial a no menos de cuarenta comunidades parroquiales. Por ese motivo el Romano Pontífice, sumamente complacido, le escribió una carta de felicitación firmada de su puño y letra.

Fue el fundador y primer prior de los Carmelitas Terciarios de Malabar. Erigió también un instituto religioso femenino tras sobreponerse a enormes dificultades.

Debido a las virtudes que lo adornaron, a sus conocimientos científicos y al dominio de la lengua siriaca, gozó de notable ascendiente en el pueblo siro?malabar, incluidos los nestorianos y gentiles.

Soportó durante dos años una enfermedad incurable con espíritu de total abnegación, o más bien, con alegría cristiana. No sentía afición desordenada a las cosas de la tierra, desapego que se hizo patente a las claras al final de sus días.

Después de recibir los sacramentos con una piedad y devoción fuera de lo común, exhaló su último suspiro, irradiando una especie de gozo celestial, en medio de las lágrimas de sus hijos espirituales allí presentes y sobre todo de las mías (yo lo conocía como a mi propia persona). Tenía sesenta y seis años de edad. Recibió sepultura en la iglesia de santa Filomena de Koonammavu.

Alma santa y hermosa, ruega por mí.

Responsorio B.
Ciriaco Elías, Atmanuthapam, v.23: cf.Is 61, 10; Ap 21, 27

R/. Me has adornado el alma de tantas gracias, * Que hasta los ángeles se gozan en ella con regocijo desbordante.
V/. Has inscrito, por añadidura, con amor solícito mi nombre en el libro de la vida. * Que hasta los ángeles.

 

Oración

Señor Dios nuestro, que, para confirmar la unidad de la Iglesia, suscitaste al beato Ciriaco Elías, presbítero; concédenos, por su intercesión, que, iluminados por la luz del Espíritu Santo, sepamos distinguir los signos de los tiempos y propagar de palabra y de obra entre los hombres la Buena Nueva de la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo.
 


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