AGOSTO

17 de agosto

BEATO ÁNGEL AGUSTÍN MAZZINGHI, PRESBÍTERO

OCarm: Memoria libre

 
Nació en Florencia por el 1385. Prior en varios conventos. Predicador celebérrimo, de óptima doctrina y maestro en aconsejar, distinguido por su santidad de vida. Murió el 17 de agosto de 1438

Del Común de santos varones: para los religiosos.

Oficio de lectura

Segunda lectura

Del libro de la Institución de los primeros monjes
(Libro I, cap. 6, ed. Ávila, Impr. Vda. de Sigirano, 1959, pp. 43-45)

Amarás a tu prójimo como a ti mismo

 De verdad me ama el que ha recibido mis mandamientos y los guarda. El primero y principal de todos los mandamientos es este: Escucha, Israel: El Señor es nuestro Dios, el Señor es uno solo Amarás, pues,  al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Este mandamiento es el principal y primero.

Y, como no puede observarse este mandamiento, si no se ama al prójimo, pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve, de aquí que el segundo mandamiento es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo; o sea: ámale en lo mismo y por lo mismo que te debes amar a ti; y tú debes amarte a ti en el bien verdadero, no en el mal. Si te amaras a ti mismo en el mal, ya no te amarías a ti mismo, antes te tendrías odio; porque al que ama la violencia él lo odia.

Debes, pues, amar a tu prójimo como a ti mismo en el bien, no en el mal, para que cuanto deseas hagan contigo los hombres, se lo hagas tú a ellos; y lo que no quieres que te hagan a ti, jamás lo hagas tú tampoco a otro. Porque el amor que se tiene al prójimo, no consiente que se le haga daño alguno.

Debes amar y portarte con tu prójimo haciendo lo que contribuya a traerle al bien, si aún fuere malo, y lo que le ayude a perseverar en el bien si ya es bueno.

Y a ti debes amarte no por ti mismo, sino por Dios. Lo que se ama por sí, se ama porque en ello se pone el fin de la alegría y la vida bienaventurada y la sola esperanza de llegar a conseguirla es ya en esta vida un gran consuelo. Pero ni en ti ni en otro hombre alguno debes poner tu esperanza de vida feliz, porque maldito quien confía en el hombre, y busca el apoyo de las criaturas, apartando su corazón del Señor.

Has de poner en Dios el fin de tu alegría y la seguridad de tu vida bienaventurada como nos lo dice el Apóstol: Ahora, en cambio, liberados del pecado y hechos esclavos de Dios, dais frutos para la santidad que conducen a la vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro.

Si lo has comprendido bien, ves cómo debes amar a Dios por sí mismo; y a ti, no por ti mismo, sino por Dios. Y, estando obligado a amar al prójimo como a ti mismo, debes ciertamente amarle no por él ni aun por ti mismo, sino por Dios. ¿Y qué otra cosa es eso, sino amar a Dios en el prójimo? El apóstol san Juan nos dice: En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos.

Todo esto lo vives en tu intención si amas a Dios por Dios, y si por amor de Dios amas al prójimo como a ti mismo, ya que en estos dos mandamientos se sostienen toda la Ley y los Profetas.
 

Responsorio (2Tim 4, 2. 5b: cf. 2Pe 1, 19)

R/. Proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, arguye, reprocha, exhorta, con toda magnanimidad y doctrina. * Soporta los padecimientos, cumple tu tarea de evangelizador.
V/. Hacéis muy bien en prestarle atención como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro hasta que despunte el día y el lucero amanezca en vuestros corazones. * Soporta los padecimientos.
 

Oración

Dios todopoderoso y eterno, que has santificado este día de júbilo con la glorificación del beato Ángel Agustín; concédenos, por tu bondad, mantener firmemente y consolidar con obras aquella fe profunda que él testimonió con celo infatigable. Por nuestro Señor Jesucristo.
 
 


[Inicio]