ABRIL

18 de abril

BEATA MARÍA DE LA ENCARNACIÓN, RELIGIOSA

OCD: Memoria libre

 
La Orden del Carmelo recuerda en este día a la beata María de la Encarnación. Llamada en el mundo «Madame Acarie», había nacido en París el año 1566. Su gloria histórica consiste en haber sido la que más contribuyó para introducir en Francia al Carmelo Teresiano femenino. Muerto su marido y libre de las obligaciones familiares, ella misma ingresó como hermana conversa en el monasterio de Amiens, el más pobre y el más alejado de la sociedad parisina. Edificó aquí a sus hermanas por su humildad al desempeñar los oficios más bajos de la casa, por su sumisión a todas y por su delicadeza con las enfermas. Murió en el monasterio de Pontoise el 18 de abril de 1618.

Del Común de santas: para los religiosos.

Oficio de lectura

Segunda lectura

Del Camino de perfección de santa Teresa de Jesús, virgen y doctora de la Iglesia
(Camino, 1, 1.2. 4.5; 3,6; EDE, 2000)

Fin apostólico del Carmelo Teresiano

 

Al principio que se comenzó este monasterio a fundar, no era mi intención hubiese tanta aspereza en lo exterior.

En este tiempo vinieron a mi noticia los daños de Francia y el estrago que habían hecho estos luteranos, y cuánto iba en crecimiento esta desventurada secta. Diome gran fatiga y, como si yo pudiera algo o fuera algo, lloraba con el Señor y le suplicaba remediase tanto mal. Parecíame que mil vidas pusiera yo para remedio de un alma de las muchas que allí se perdían. Y, como me vi mujer y ruin e imposibilitada de aprovechar en lo que yo quisiera en el servicio del Señor, y toda mi ansia era, y aún es, que, pues tiene tantos enemigos y tan pocos amigos, que ésos fuesen buenos, determiné a hacer eso poquito que era en mí, que es seguir los consejos evangélicos con toda la perfección que yo pudiese, y procurar que estas poquitas que están aquí hiciesen lo mismo, confiada en la gran bondad de Dios, que nunca falta de ayudar a quien por él se determina a dejarlo todo; y que, siendo tales cuales yo las pintaba en mis deseos, entre sus virtudes no tendrían fuerza mis faltas y podría yo contentar en algo al Señor; y que todas ocupadas en oración por los que son defendedores de la Iglesia y predicadores y letrados que la defienden, ayudásemos en lo que pudiésemos a este Señor mío, que tan apretado le traen a los que ha hecho tanto bien, que parece le querrían tornar ahora a la cruz estos traidores y que no tuviese adonde reclinar la cabeza.

No me deja de quebrar el corazón ver tantas almas como se pierden, mas del mal no tanto. Querría no ver perder más cada día.

¡Oh hermanas mías en Cristo!, ayudadme a suplicar esto al Señor, que para eso os juntó aquí; este es vuestro llamamiento, estos han de ser vuestros negocios, estos han de ser vuestros deseos, aquí vuestras lágrimas, estas vuestras peticiones.

Estáse ardiendo el mundo, quieren tornar a sentenciar a Cristo, como dicen, pues le levantan mil testimonios, quieren poner su Iglesia por el suelo.

Así que os pido, por amor del Señor, pidáis a su Majestad nos oiga en esto. Yo, aunque miserable, lo pido a su Majestad, pues es para gloria suya y bien de su Iglesia, que aquí van mis deseos.
 

Responsorio (Cf. 1Tim 2, 1. 4. 3)

R/. Ruego que se hagan súplicas, oraciones, peticiones, acciones de gracias, por toda la humanidad al Señor. * Que quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad (T. P. Aleluya).
V/. Esto es bueno y agradable a los ojos de Dios, nuestro Salvador. * Que quiere.
 

Laudes

Benedictus, ant. Si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará, dice el Señor (T. P. Aleluya).

 

Oración

Señor, tú concediste a la beata María de la Encarnación, insigne propagadora del Carmelo Teresiano, una fortaleza ejemplar para servirte en los diversos estados de la vida cristiana y superar todas las dificultades; haz que también nosotros sepamos vencer todo obstáculo y nos mantengamos fieles en tu servicio, amándote con corazón sincero. Por nuestro Señor Jesucristo.
 

Vísperas

Magníficat, ant. Mirad que no he trabajado para mí solo, sino para todos los que buscan la verdad (T. P. Aleluya).
 
 


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