ABRIL

23 de abril

BEATA TERESA MARÍA DE LA CRUZ, MANETTI, VIRGEN

OCD: Memoria libre

 
Celebramos hoy la memoria de la beata carmelita Teresa María de la Cruz, Manetti. Es la fundadora de la Congregación de las Carmelitas de Santa Teresa para el servicio de los huérfanos y de los humildes. Nació en Campi Bisenzio (Florencia) en 1846 y entregó su alma a Dios el 23 de abril de 1910. Deseando vivir crucificada con Cristo, soportó en sus últimos años dolorosas pruebas en el cuerpo y en el espíritu. Pero en medio de la oscuridad de la fe y del sentimiento de abandono por parte de Dios, sabía ella confortar a los demás con consejos llenos de fe y de confianza en Dios.
 

Del Común de vírgenes o de santos: para los religiosos.

Oficio de lectura

Segunda lectura

De las obras de santa Teresa de Jesús, virgen y doctora de la Iglesia
(Moradas VII, 4, 4.9.5; Camino 26, 7; Moradas II, 1, 11: EDE, 2000)

Poned los ojos en el Crucificado, y se os hará todo poco

 No nos puede su Majestad hacérnosle mayor [regalo] que es: darnos vida que sea imitando a la que vivió su Hijo tan amado; y así tengo yo por cierto que son estas mercedes para fortalecer nuestra flaqueza (como aquí he dicho alguna vez) para poderle imitar en el mucho padecer.

Poned los ojos en el Crucificado y se os hará todo poco; si su Majestad nos mostró el amor con tan espantables obras y tormentos, ¿cómo queréis contentarle con solo palabras? ¿Sabéis qué es ser espirituales de veras?: hacerse esclavos de Dios, a quien, señalados con su hierro que es el de la cruz, porque ya ellos le han dado su libertad, los pueda vender por esclavos de todo el mundo, como él lo fue, que no les hace ningún agravio ni pequeña merced.

Siempre hemos visto que los que más cercanos anduvieron a Cristo nuestro Señor fueron los de mayores trabajos; miremos los que pasó su gloriosa Madre y los gloriosos apóstoles.

Tomad, hijas, de aquella cruz; no se os dé nada de que os atropellen los judíos, porque él no vaya con tanto trabajo; no hagáis caso de lo que os dijeren; haceos sordas a las murmuraciones; tropezando, cayendo con vuestro Esposo, no os apartéis de la cruz ni la dejéis. Mirad mucho el cansancio con que va y las ventajas que hace su trabajo a los que vos padecéis; por grandes que los queráis pintar y por mucho que los queráis sentir, saldréis consoladas de ellos, porque veréis son cosa de burla comparados a los del Señor.

Si nunca le miramos ni consideramos lo que le debemos y la muerte que pasó por nosotros, no sé cómo le podemos conocer ni hacer obras en su servicio, porque la fe sin ellas y sin ir llegadas al valor de los merecimientos de Jesucristo, bien nuestro, ¿qué valor pueden tener, ni quién nos despertará a amar a este Señor?
 

Responsorio (Col 1, 24; Gál 2, 19b-20a)

R/. Me alegro de mis sufrimientos por vosotros: así completo en mi carne lo que falta a los padecimientos de Cristo, * En favor de su cuerpo que es la Iglesia. Aleluya.
V/. Estoy crucificado con Cristo: vivo, pero no soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí. * En favor de su cuerpo que es la Iglesia.

 

Oración

Oh Dios, que has sostenido en el camino de la cruz a la beata Teresa María Manetti, virgen, gracias a su ardiente amor por la Eucaristía, y la colmaste de ternura maternal para con los humildes y los pobres; concédenos, por su intercesión, que, fortalecidos con el pan de los ángeles, nos alegremos de participar en la pasión de Cristo, y colaboremos, con obras de caridad, a la venida de tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo.
 
 


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