Tu no estabas
14,30 de un lunes cualquiera. He salido a comer. Acababa de llover, el suelo estaba mojado, y sorprendentemente el cielo ya estaba claro. La Diagonal iba casi vacía como si fuera de madrugada. El suave murmullo lo engullía todo, y únicamente quedaba roto con el pasar de los coches que con las ruedas iban secando […]