Los entusiastas de los relojes somos raros

Los entusiastas de los relojes, somos raros. Lo digo yo, pero lo dice mucha gente. Si pensamos en el mundo de la horología, llegaremos a darnos cuenta que más importante que medir el tiempo, es la forma en cómo se hace esa medición.

Ciertamente, cada vez hay menos personas que utilicen un reloj a diario, sobre todo el teléfono móvil, parece que está terminando con esta necesidad. Muchos otros, algo que es particularmente habitual en el caso de las mujeres, prefieren el reloj como accesorio o complemento de moda, más bien como una pulsera, que como un instrumento útil.

Quizás por ese motivo, tenemos a Lotus, Festina, Viceory y otras marcas españolas que tienen mucho éxito comercial en España. Al final, debe haber gustos y necesidades para todos, así que igual que a mi me parece raro que alguien no lleve reloj, o que lo lleve solamente con fines estéticos, a muchos les parece extraña esta afición a la relojería.

Os cuento que a la mayoría de fanáticos, nos encantan los relojes mecánicos. Relojes que en vez de usar una pila, batería, acumulador o capacitador, se basan en la energía almacenada en una cuerda. Sí, exactamente igual que aquellos que hacían tic-tac cuando éramos niños. Tecnologías ampliamente superadas, pero que nos empeñamos en seguir utilizando, y en continuar mejorando. Prueba de ello, es que en la relojería de lujo, y casi exclusivamente, en la alta relojería, esa es la maquinaria que se utiliza. Son más ecológicos, son reparables, pero más caros de producir, menos precisos, y requieren un mantenimiento regular.

Sería como si tomáramos un Jaguar E-Type (XK-E) de 1961, y sobre esa base, lo mejoráramos con la técnica actual, pero manteniendo el mismo concepto y la misma tecnología. Conseguiríamos que doblara la potencia, y rozara los 500 CV, reduciríamos su consumo de gasolina en un 50%, para dejarlo en 9 litros cada 100 Km a una velocidad sostenida de 90 Km/h, y admiraríamos todo lo que hemos logrado con él.

Al final, no dejaría de ser un vehículo mucho más difícil de conducir que los actuales, más ruidoso, con mayor consumo, con menos prestaciones, y más caro. Pero nos sentiríamos orgullosos de él, de montarnos en una máquina, equipada con la ingeniería de hace 60 años.

Los entusiastas de los relojes somos raros

También podríamos dedicarnos a restaurar un Citroën 2CV de 1948, el vehículo popular por antonomasia, afirmando que ya no se hacen coches así, que ya no se aprovecha la tecnología disponible para hacerla accesible al gran público. Entonces nos encontraríamos, como con el Casio W-780 o el Casio F-87W, relojes de gama baja y gama media, que fueron muy populares, y a los que dedicamos tanto tiempo, y tanto esfuerzo en conservar y restaurar, que nos gastamos 5 veces más dinero del que costaban originalmente. Entonces nos decimos, que vale la pena conservar esas piezas, porque ya no se hacen las cosas así.

Los entusiastas de los relojes somos raros

Tenemos naturalmente, la industria soviética. Ella es como si el Lada VAZ-2101 (Lada Zhiguli) de 1969, esencialmente lo mismo que un Fiat 124 de 1966, o que un SEAT 124 de 1968. Sería un coche, que aún seguiría en producción, el Lada, dejó de hacerlo en 2012, tras unos increíbles 43 años. Pero si fuera un reloj ruso, seguiría fabricándose, y lo haría en una cadena de montaje, sin apenas cambios desde sus inicios, con gran parte de la maquinaria que se usaba en la época, y con tanto proceso artesanal, que hasta a Rolls Royce o Bentley les podría dar un ataque. Eso es sin ir más lejos es lo que entre otros, nos ofrece Vostok, y que salvando las distancias, llegan hasta donde lo hace Rolex.

Podría citaros también casos como el del Strela Cosmos, vendría a ser como si alguien hubiera comprado los derechos del motor del BMW M3 E30 de 1986, y se dedicara a crear coches nuevos, inspirados en el diseño del M3 Evolution 2 montando ese motor. Serían coches totalmente nuevos, pero con motores que se conservaban en estado nuevo de la época.

Los entusiastas de los relojes somos raros

Somos raros, somos extraños, somos peculiares, y somos frikis. Pero si somos felices de ese modo, nos llena, no hacemos mal a nadie, y no dejamos de aprender, ¿qué mal hay en eso?

7 comentarios en “Los entusiastas de los relojes somos raros”

  1. No debería parecerle a nadie raro el que uses un reloj para lo que es, que es para saber la hora. Lo que sí es raro es que alguien use un reloj para otras cosas, es como si yo me compro un Phoskitos para colgar en la pared, o un par de latas de sardinas para usar de zapatos. Incongruente total, vamos. Curiosamente, en el caso de la relojería este hecho se acepta como algo normal, pero no lo es. Ni muchísimo menos.

    “A la mayoría de fanáticos” 😀 Gracias por no incluirme porque no, no me considero fanático. Simple “aficionadillo” al reloj como máquina, como a todas las máquinas en general.

    Por otro lado, y llevo en este mundillo ya algunos años, ojalá lo que dices explicara el por qué la gente usa ese tipo de relojes. No lo creo, honestamente. La mayoría de la gente que usa reloj de ese tipo es por una única cuestión: aparentar; aparentar que pueden tenerlo y aparentar que pueden lucirlo; aparentar que pueden comprarlo, y aparentar que pueden enseñarlo. Se comprarían de la misma manera un yate si pudieran, no para usar, no porque les guste la mar, sino para llevar a puertos de Mónaco o de Saint Tropez. La -mayoría- de gente en la relojería tiene un ego tan grande como la cadena montañosa del Tibet, y aún me quedo corto. Por eso están llenos los foros y sitios de compraventas de tipos arrepentidos después de haberse gastado un dineral prohibitivo en una “chufa” suiza o japonesa que la tienen por una ridiculez en cualquier tienda pero por lucir la marca y enseñarla se dan cuenta al final que se les han reído en su cara. Por eso las casas de relojerías de lujo venden, y venden tanto, y por eso se siguen fabricando. Si fuera por amor, porque les gusta, les llena, les satisface, pasaría como los modelos de coches que dices: que lo harían algunos, unos pocos, en un garaje apartado por afición.

    Eso que planteas es muy romántico pero, si te soy sincero, yo no lo veo. Yo no lo he visto. Veo en este mundillo mucho ego y vanidad, mucha altanería y soberbia, pero eso de que te dé la felicidad un reloj… Si eso fuera cierto, Guti, la gente tendría uno, SU reloj (el SUYO, como SU BMW, o SU Jaguar), no tendrían miles, no tendrían cientos, no tendrían uno detrás de otro y luego no saben qué puñetas hacer con ellos. Simple hipocresía.

  2. Javier Gutiérrez Chamorro (Guti)

    Cuando decía que muchos llevan el reloj como complemento, me refería también a la justificación social bianamaran. La mayoría de artículos de lujo que vemos, no los llevan personas a las que les gustan esos artículos, sino personas que lo único que necesitan, o que desean es aparentar. Da igual que sea con un IWC, con un Porsche, o con algo de Armani. Les da igual no tener ni idea de relojes, de automóviles, o de chaquetas. Los llevan, porque pueden permitírselo, y así se sienten superiores al resto, pero no lo disfrutan ni lo comprenden.

    Gracias a eso, me doy cuenta que yo puedo llegar a ser mucho más feliz con mi Casio F-84W, que muchos con un Rolex Submariner. Conozco su historia, conozco su evolución, se lo que representó en mi infancia, y me gusta. Con eso es suficiente. Cuando te gusta algo, eras capaz de disfrutarlo, tanto si vale 10€, como si vale 2000€. No miras el valor económico, eso sólo lo hacen los demás, los que intentan clasificarte.

    En cuanto a lo de tener más de un reloj de tu vida, yo lo tengo. Pero los uso todos de vez en cuando, a veces me apetece llevar uno, y a veces otro. Con los coches, si pudiera, haría lo mismo. Hoy el 911 Turbo, mañana el Ferrari 288 GTO, pasado el Renault 5 Turbo, etcétera. Sólo que no es tan fácil como con los relojes.

  3. Exacto, lo has explicado muy bien, y por esa misma razón la gente no entiende que nos guste un reloj roto, recuperarlo -si podemos, o si podemos invertir el tiempo en hacerlo buscando lo que le falta-, o simplemente usarlo así, todo deteriorado.

    En tu caso normalmente buscas otras cosas, por eso no te gusta Vostok Europa, por eso prefieres Orient a Seiko, y por eso, aunque pudieras permitírtelo, no adquieres un Certina simplemente por el valor que da la marca, pero no haber más que eso, algo insustancial, que no justifica el precio. Pero eso no es ser friki, eso es conocer el producto y gustarte, y por eso mismo te interesas por él.

    En el polo opuesto tenemos los Festina que mencionas, los Viceroy, y también los Nowley o los Casio de ahora, que cuestan relativamente poco y así algunos pueden llevar un adorno con un color “molón” (y por eso triunfan tanto los G-Shock de colorines que, por cierto, tanta grima le dan a Adan) como quien se pone unas zapatillas Nike porque su estrella del basket las luce. Y ojo, que tanto puede haber descerebrados que adquieran unos cuantos caros, que algunos que adquieran unos cientos baratos, y eso es a lo que me refería, ves a mucha gente en los foros que no disfruta de su reloj, simplemente ponen su último modelo y ya están buscando otro más, quedan muy pocos de esos que llevan su W-800 o su W-59 con satisfacción, y da un poco de lástima. Yo me escandalizo a veces cuando veo en los foros Mako este o Monster lo otro y luego al momento siguiente sacan otra versión con un fondo distinto o cualquier pijada parecida (por ejemplo, un detalle minúsculo en los índices) y venga otra vez la revolución. Como si sin él no pudieran vivir. Es puro consumismo, y para que nos demos cuenta del extremo de ridiculez al que se suele llegar en esto de la relojería, imaginémonos que estamos en un foro de Cola-Cao, y que un día sacan un bote con la tapa verde. “¡Ah, que han sacado la tapa verde!”, pues ale, todo el mundo a por él, los supermercados se llenan de consumidores por la tapa verde. Ese consumismo atroz en el que nos embeben las marcas y multinacionales para y por su propio interés, para manejarnos como payasos o dirigirnos como si fuésemos marionetas, y que encima les seguimos la corriente en muchas ocasiones, es lo que me resulta realmente lamentable. Lo estamos viendo estos días -precisamente hablo de ello en Duraderos- con el refresco ese de la Green Cola, que nos quieren vender como un refresco ecológico, natural, mejor que Coca Cola, y al final miras los ingredientes ¡y es peor! Estamos en un mundo en el que, por desgracia, los valores están totalmente contrapuestos, en donde solo manda y reina el señor dinero y para sacarte los cuartos hay que inventar lo que sea y tirar de la imaginación, de la envidia, el orgullo, la patria, la historia -aunque sea falsa, y aunque sea, como sabes bien que pasa tanto en el mundo del automóvil como en el de la relojería, que esa marca tan añeja e histórica acaba de adquirirla el ejecutivo “fulanito” simplemente para hacerte creer que sus productos son como los de hace cien años- o la imagen o la vanidad, solo para incitar a la envidia unos con otros, solo para que le enseñes a tu vecino que puedes más que él.

    Vacuidad absoluta.

    (perdón por la extensión 😀 )

  4. (puntualizo que he puesto Mako y Monster como simples ejemplos de lo que ocurre, pero vamos, podría poner cualquier otro, tampoco quiero culpar a los que les gusten esos modelos, pongamos por ejemplo el Frogman o los Mudmasters, que de estos últimos también pasa, a todo el mundo les interesa porque así venden más, y engañado el tonto consumidor que sigue la corriente como un ser descerebrado sin raciocinio ni capacidad de decisión)

  5. Javier Gutiérrez Chamorro (Guti)

    Planteas un tema muy interesante Bianamaran. El de estar a la última ante cualquier novedad, por pequeña que sea. Algo parecido lo viví en la época del hardware. Personas que cambiaban su tarjeta gráfica cada 6 meses por el último lanzamiento de Nvidia o ATI del momento, y que malvendían la vieja. Todo ello sin motivo racional. Sin programas o juegos que fueran capaces de aprovecharla. Sólo por tener lo último, nada más.

    Los fabricantes lo conocen muy bien, y es algo que explotan. Estoy cansado de Seiko Padi, que te cobran casi el doble que en el modelo normal, sólo por llevar esas inscripciones. Un poco como las ediciones limitadas de G-Shock, que verdaderamente no aportan nada, y es sólo un gancho para que lo compres.7

    El problema de acaparar, es algo que conozco bien, y que me ha ocurrido con bastantes cosas. Algunos lo llamarían coleccionismo, pero no lo es. Algo que tienes, y no usas, ni disfrutas, es acaparar. Es una pérdida de dinero, de energía y de felicidad, porque te frustra tenerlo y no usarlo. Muchos caímos en esa trampa con relojes baratos por si acaso. Ya fuera un Casio tipo W-720, un ruso, o un chino de tres al cuarto. Si lo tienes por si acaso, para conservarlo, porque ya te lo pondrás algún día, o porque ya veremos. No lo disfrutas, ni le das uso. Mejor véndelo, o regálalo, y a otra cosa.

    Por último, vuelvo al tema de las marcas. Citas Certina, pero en eso, me parece mucho más significativo Omega o Rolex. La mayoría de dueños, no tienen ni idea de relojes. Lo tienen porque se conoce la marca. Se reconoce. Da status y eso es lo que buscan. El status no está en lo que tienes, sino en lo que eres. Me viene a la mente el caso de los motores VW TDI. Los tenían en diferentes potencias, y para diferenciar unos de otros, las siglas TDI iban pintadas en rojo. El de 90CV no tenía nada pintado, y el que tenía todo en rojo, creo que era el de 150CV. Entre medio, había el de 130 con la DI roja, y el de 110 que sólo tenía la I roja. ¿Cuántos habrían comprado el más caro y potente si externamente no se diferenciara del más barato? La respuesta es que solamente aquellos a quienes le gustasen los coches, lo valorasen, y pudieran pagar la diferencia de precio.

    Así que si Rolex, decidiera hacer relojes con una marca que nadie conoce (no Tudor), veríamos cuantos los comprarían. Aunque siguieran siendo excelentes relojes, aunque costasen 5 veces menos.

  6. Hola Guti:

    Ya te lo he comentado alguna vez: Me encantan los símiles que haces con el mundo del automóvil. Lo clavas siempre.

    Por poner un ejemplo: Hace años me compré un Volvo, y los modelos equivalentes (por motorización, equipamiento, etc) de Mercedes, BMW y Audi, costaban mas o menos lo mismo, incluso el Audi algo menos. Lo comento porque la gente me decía que no comprendían como no me había comprado un vehículo de las tres marcas que te acabo de mencionar. Estaba claro que para ellos “molaba mucho mas”, llevar la estrellita, las hélices o los 4 aros. Solo valoraban esa estupidez, el aparentar. Lo curioso es que la mayoría no tenían ni puñetera idea de coches.

    Un saludo.

    Luis.

  7. Javier Gutiérrez Chamorro (Guti)

    Muchas gracias Aqualung. Los que no tienen suficiente conocimiento de algo, y se las dan de entendidos, que son unos cuantos por desgracia, sólo hacen que repetir con sus propias palabras lo que dice la mayoría, lo que ven en TV, lo que les cuentan. No entienden como un entusiasta de los automóviles pueda disfrutar de una marca no tan reconocida como Volvo, y que objetivamente sea mejor que BMW, Mercedes o Audi. No recuerdan que hasta hace no mucho, Audi era casi como VW, pero a mucho más precio.

    Con ellos no tiene sentido discutir ni argumentar. Y ocurre con todo, relojes, coches, ropa, tecnología, da igual, es fudamentalismo extremo, donde todos creen tener la razón. Allá ellos, y que compren lo que quieran. Si son felices con ese Audi, porque es el que todos desean, no importa, mientras tu lo seas con tu Volvo. Si el resto sueña con un Rolex Daytona de 15.000 euros, sin llegar a imaginar que es menos preciso y con menos funciones que un Casio F-91W de 10€, son libres de hacerlo. En mi caso, soy capaz de disfrutar tanto de un Rolex, como de un Casio. De un Audi, como de un Dacia.

    Cuando algo te gusta, eres capaz de aprovechar y valorar su cosas buenas.

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