La historia de Kelme se remonta a 1977, desde el ya conocido en el mundo zapatero Elche, fundada por los hermanos Quiles (Diego y José). Todos recordaremos la marca por su entrañable logotipo de las garras, y el apogeo que vendría de mediados de los 80 hasta los 90 gracias a sus productos bien diseñados y de precios razonables.
Gracias a sus conocidos patrocinios, especialmente fuertes en el mundo del ciclismo cuenta con una buena proyección internacional, contando con oficinas y almacenes en Alemania, Benelux, Italia, Chipre, Estados Unidos, Panamá, Chile, Argentina, Brasil, Moldavia, Japón, Rusia y Bielorrusia.
Sin embargo no todo en Kelme es ropa y calzado deportivo, pues tienen también una interesante gama de sport y casual como los Urbe Niza que protagonizan este artículo. Disponibles en color marrón, cuero, rojo, jeans y azul marino, me he decantado por estos últimos.
Entregados en una caja de cartón con branding Kelme, sorprende que en su interior se encuentren envueltos en un papel de tela con mucha apariencia, en vez del habitual papel cebolla.
El zapato está construido exteriormente con piel de serraje muy suave, y algunos detalles de cuero, en diferentes tonalidades de azul marino. En mi opinión les da un aire distinto y renovado al típico naútico de toda la vida. Los cordones son también de piel en color blanco, a juego con la suela de goma también de ese color.
Interiormente están forrados también en piel, siendo el resultado global del conjunto satisfactorio, sin llegar no obstante a ser brillante. Quizás la principal causa de esta calidad solamente satisfactoria radique en su fabricación china.
Dado que son muy flexibles, resultan comodísimos. El agarre de la suela es bueno sobre piso seco, y algo justo sobre mojado.
El precio habitual es del orden de los 40€, en la tienda oficial salen a 49,90€, pero si se puede esperar y se rebusca, podemos conseguirlos por unos 25€, que es un precio magnífico para lo que ofrecen estos zapatos.