Ya ha llegado el veranito, y lo que apetece ahora es salir por ahí, ir a la playa, tomar algo tranquilamente en una terraza, pasear a media tarde, o simplemente contemplar a las chicas que pasan aprovechando que van más ligeras de ropa. Apetece todo, menos seguir trabajando.
El calor es sofocante en el transporte público, el buen tiempo dificulta mantener la concentración durante la jornada laboral, y por las noches cuesta conciliar el sueño. Deseas con todas tus fuerzas que lleguen las vacaciones.
Cada vez falta menos, y cuanto menos falta, parece que el tiempo pase más despacio y ese momento no vaya a llegar nunca. Pero no os preocupeis, que cada año nos pasa lo mismo. Y al final, siempre llega. Todo llega, y todo pasa…