Una caja de pañuelos

Recientemente reencontré mi caja de Pañuelos Gallo con mi nombre y mis iniciales bordadas. Fue un regalo de dos hermanas de mi abuelo que eran monjas y que con gran paciencia y cariño me dedicaron. Curiosamente ellas estaban ubicadas en Barcelona, una ciudad a la que poco tiempo después yo me trasladaría, y es que de esta historia hace ya más de 35 años.

Los pañuelos están en perfecto estado, sin usar, almacenados con gran cuidado durante este tiempo. NOS (New Old Stock), como diríamos hoy en día. A lo largo del tiempo, han pasado muchas cosas, algunas de ellas imposibles de predecir a priori, sufriendo incluso varios traslados de vivienda, pero inevitablemente ese paquete de pañuelos los ha seguido, ha seguido mis pasos. Olvidados desde hace unos cuantos años, los he vuelto a encontrar.

De niño quise usar estos pañuelos en varias ocasiones, el hecho de que estuvieran bordados a mano implicaba que eran valiosos, los convertía en algo único, y no eran un producto para niños. Siempre me decían que no, que los guardase y que estaban reservados para cuando fuera mayor. El sustituto era los pañuelos de tela de batalla, de uso diario, pero no aquellos. Y hete aquí que ya soy mayor, o eso dice mi fecha de nacimiento, así que supongo que ha llegado el momento de poderlos usar.


Una caja de pañuelos

Como dice su propia caja: «El detalle que corona su elegancia». Sin embargo, salvo para celebraciones ya nadie usa pañuelos de bolsillo, los kleenex tan universalizados y tan económicos hoy en día han acabado con los pañuelos de tela. Fijaros lo que son las cosas que ahora consideramos que el papel es ecológico porque es biodegradable, o porque parcialmente es reciclado. Ya no nos acordamos de la tala de árboles que tanto nos impresionaba en los años 90. Pues bien, un pañuelo de tela es más ecológico y más sostenible. Basta lavarlo y lo puedes volver a usar. Aún conservo alguno que si no tiene varios cientos de lavadas no tiene ninguna, y ahí está dando servicio…

Algunos los critican por ser antihigiénicos. ¿Cómo va a ser antihigiénica una tela que has lavado y que sólo tú usas? ¿Acaso tu ropa es poco higiénica? Porque con ella haces lo mismo. Según ese argumento, acabaremos usando ropa de papel, de usar y tirar.


Una caja de pañuelos

En cuanto a Pañuelos Gallo me ha costado encontrar información al respecto, sin embargo, el esfuerzo ha valido la pena, y es que como con la balanza Bernar Omega, Gallo sigue en el mercado, y sigue haciendo pañuelos que llevan el mismo animal como enseña. Parece ser que todo comenzó en Barcelona, en 1870, cuando Pedro Comella abrió su taller de pañuelos de bolsillo y que luego daría lugar a la marca Gal-lus.

En la actualidad Gal-lus (Gal-lus 1870 S.L.) es una sociedad integrada en la también pañuelera Canellas (Industrial Texcans S.A.) marca que fue absorbida con la finalidad de abarcar una gama superior y todavía de más calidad en cuanto a pañuelos. Eso nos explica el porqué la marca Gal-lus es en realidad más antigua que su actual matriz (Canellas).

Que la marca exista no quieres decir que se puedan conseguir fácilmente, de hecho me ha ocurrido como con el jabón Pardo, que parecen más fáciles de encontrar en tiendas de segunda mano que en otros lugares. Aún nos quedan otras fábricas de pañuelos que se hicieron leyenda como Pañuelos Guasch (Guasch Hermanos), que pese a sus recientes crisis, ha vuelto a salir a flote y parece ser que con bastante acierto. Otros nombres que recuerdo han desaparecido completamente del panorama como Pañuelos Murillo. Las empresas vienen y se van, son una excepción las que al cabo de unos años siguen con nosotros. Quizás una larga estirpe familiar que ha abandonado el negocio, puede que los dueños y los empleados lo pasaran mal al echar el cierre. Nada consta de eso, ni tampoco de otros nombres que recuerdo . Me pregunto con cuantas empresas más que en algún momento formaron parte de nuestra vida, han desaparecido por completo sin ni siquiera ser conscientes de su pérdida.


Una caja de pañuelos

Evidentemente el uso de los pañuelos de tela se ha reducido a ocasiones especiales, la globalización con el Made in China arrasando y las diferentes crisis del sector textil de nuestro país no han facilitado en absoluto la supervivencia de estas empresas. Les ha pasado como a aquellos juguetes que desaparecieron, aunque para mi, Pañuelos Gallo.


Una caja de pañuelos

En breve tengo la intención de publicar una reseña sobre los actuales Pañuelos Gal-lus, incluyendo sus característicos Pañuelos Calendario.

17 comentarios en “Una caja de pañuelos”

  1. Esa caja de pañuelos Guti,aparte del valor que representa para ti,por haber sido un regalo siendo niño y haberlo conservado a dia de hoy,representa también varias cosas,entre ellas el valor que se le daba a las cosas que a dia de hoy se ha perdido como bien has comentado con la globalización y demás historias que han venido detrás.Un tiempo donde no era todo usar y tirar,no solo hablamos ya de pañuelos sino de un mercado mas amplio.Un tiempo donde se le daba la importancia que se merecía aquello que teníamos entre las manos.Hoy en dia nos acostumbramos a todo demasiado deprisa y dejamos de darle valor a cualquier objeto que compremos o nos regalen porque hay tanto de todo ,que es muy fácil ir pasando de deseo en deseo.
    Un tiempo en que había cosas que pasaban de padres a hijos,y eran recibidos con total entusiasmo e ilusión.Esa caja de pañuelos es señal de una época ya extinta,no porque haya pasado un tiempo mas o menos largo,sino porque se ha extinguido una forma de ver las cosas y aportarles el valor necesario.Cuando no existía la obsolescencia programada y el deseo en ocasiones en que se rompa ya algo para comprar el siguiente módelo.Cuando una lavadora duraba 30 años con apenas 2 pequeñas reparaciones y no ahora cuando una placa electrónica te piden mas que por la lavadora entera casi.Eso si,lo que prima hoy en dia es el diseño y llenar a los objetos de luces y sensores por todos sitios,para que a los 4-5 años se extropee rapidamente y necesitemos otra porque no tiene reparación.Después muchas campañas y bombo sobre reciclaje y bla,bla,bla…y donde terminan muchas de esas lavadoras?
    Pues yendo a pasear por cualquier zona verde aparecen ya como parte autóctona de la región.
    Por eso esa caja de pañuelos,aparte,es el recuerdo de una época no tan lejana donde había otros valores y otras forma de ver las cosas,donde el hiperconsumismo(todos)aún no formaba parte de nuestras vidas.
    Conservalos Guti.
    Saludos!

  2. Lo has expuesto perfectamente, Pedro. Si una cosa tan simple como un pañuelo ya viene con la obsolescencia programada, así nos va con todo lo demás. Luego la culpa es de los consumidores que estamos contaminando el mundo y acabando con los recursos, no de los que se están haciendo ricos colándonos todo esto.

  3. Pienso como Pedro ,todo es consumismo y el pequeño objeto que te ha acompañado y te ha sido util ,ya no vale ,todo es usar y tirar ,ya no es que sea la obsolescencia programada ,me acuerdo de un amigo que reparaba televisores de las últimas con tubo catódicos que me contaba que valía mas el tubo que la tele por lo que ya no interesaba arreglarlas,en las antiguas
    cambiabas bombillas y punto, eran eternas, todo ese tiempo ha cambiado,para bien o para mal (que es lo que yo considero).
    Por último me acuerdo que mi microondas de 15 años de antiguedad ahora tiene 20 ,empezo a fallar y en vez de comprar otro nuevo me puse a buscar y encontre la avería ,era un cartón colocado en un lateral con un tornillo ,de eso hace 5 años ya y el microondas sigue funcionando de maravilla.(El cartón me costo un euro)
    Por lo que yo recomiendo saliendome un poco de tu articulo ,que se intente arreglar las cosas en vez de tirarlas a ver si cambiamos el ciclo.
    Un saludo.

  4. Así es Jose Carlos y Alfonso.
    Es una lástima,en mi opinión al punto de no retorno al que la sociedad está llegando.
    Es una vorágine tremenda de consumo.El bombardeo mediático publicitario de promocionar la busqueda del bienestar en el hiperconsumo para sentirse «bien»,sin darnos cuenta nos lo van introduciendo a diario en todos los medios.La busqueda del placer del comprar «lo último»,solo por cambiar haga falta o no es ya un hecho afianzado en nuestras vidas.
    Como bien comentabais,muchisimas cosas ya no se arreglan por el absurdo del precio de las piezas que incluso el arreglarlo te hace hasta sentir mal o tonto.Placas electrónicas de lavadoras rozando el límite de lo absurdo por costarte mas de la mitad que la lavadora nueva?A donde estamos llegando?Calentadores de agua llenos de sensores y electrónica,no diré marca pero empieza por FA y acaba por GOR,con 4 años,venir un servicio técnico oficial y decir que no sabía que tenía exactamente ya que fallaba de electrónica y que era mejor cambiarlo.
    De que sirve la pantomima del reciclaje?
    Donde acabarán todo ese exceso de piezas electrónicas,moviles de diseño que en poco tiempo se quedan obsoletos y se cambian por capricho(que por supuesto cada uno con su dinero lo invierta donde considere oportuno),los smartwatches inteligentes,y un sinfín de cosas mas.
    Nadie es consciente de la contaminación que produce este hiperconsumo,y francamente no creo que interese a demasiada gente.Vivimos absortos en nuestro pequeño YO,y satisfacer nuestras falsas necesidades a toda costa y el último que apague la luz.
    Esta sociedad de hoy en dia,tan adelantada tecnologicamente hablando a otras sociedades de atrás,sin embargo se ha retrasado enormemente en temas conscienciales sobre el medio ambiente.
    No estoy diciendo que el uso de la tecnología sea malo,pero quizá,y en mi opinión lo es,si es malo el abuso.
    Que alejados estamos de muchísimos pueblos indígenas,que sabian estar y vivir en comunión con la naturaleza haciendo uso de ella y a la vez sin agotar tanto sus recursos.
    Debería ser posible un cambio de paradigma por parte de los consumidores y usar lo necesario con sentido común.
    Tener mas presente que el planeta puede existir sin nosotros,pero no nosotros sin el.Tiene mucho que ver el hiper consumo con ello.Con el cambio climático,polución,el desastre acaecido en la torrentada ocurrida en Mallorca hace bien poco,el torrente lleno de basura y objetos abandonados ,por ej.
    Llegará un momento en que nos demos cuenta de ello,es entonces cuando seremos ahí una sociedad avanzada en todos los aspectos.
    Saludos

  5. Es verdad. Lo de las cosas tecnológicas es de vergüenza, incluso en algo mecánico siempre hay una pieza electrónica que se rompe y cuesta más arreglarlo que tirarlo, pero es con todo igual. ¿Os acordáis de cuando todas las botellas de cristal vacías había que revolverlas para comprar una llena?. Devolver los cascos se llamaba, je je. La fabrica los limpiaba y los rellena a. Eso era verdadero reciclaje, ahora los tienes que llevar tú al contenedor, recogerlos un camión, llevarlos a la fabrica, fundirlos, volver a hacer las botellas, transportarlas a la fabrica de bebidas y luego volver a vendértelas a ti, para sacarte el dinero por la misma cosa hasta el infinito con la excusa de «salvar» el planeta, como si realmente les importara algo aparte de ganar dinero y tener a la gente sumida en el consumismo buscando una felicidad que nunca le va a llegar por ese camino. Y esto es solo una botella, un pañuelo, la televisión o el microondas… ni siquiera es la punta del iceberg.

  6. Javier Gutiérrez Chamorro (Guti)

    Veo que Pedro L, Jose Carlos y ALFONSO coincidís conmigo. Es esperanzador que siempre haya una solución, concienciarnos como consumidor, demandando lo que queremos y lo que no queremos. En el caso que nos ocupa de los pañuelos, si más gente se pasara del kleenex de usar y tirar al de Gal-lus, los precios descenderían, siendo aún más sostenibles y accesibles.

  7. Lo antihigiénico de los pañuelos de tela viene más por lo mismo que usar (y más si se está resfriado o griposo) un pañuelo desechable tipo «kleenex» y, por ejemplo, de no tener un sitio a mano donde tirarlo, pues meterlo en el bolsillo de la ropa o de un bolso.

    Más que nada, es por eso. Porque por higiénico, sería al usar uno de tela, y al instante o al nada poder lavarlo. Otra cosa es que al ser lavable, sea más sostenible.

    Pero desde luego, cuando lo que había eran los de tela, se solía llevar uno o dos, pero en época de ir con un trancazo de narices, ir usando el pañuelo, y al bolsillo, y volver a usarlo, y al bolsillo… los bichitos que a primera vista no vemos, ahí están saltando del pañuelo al bolsillo y a lo que toque. A cuanto más tiempo, peor.

    Lo bueno es que llevar un pañuelo de tela, puede ser también útil para otros menesteres mejor que uno de papel. Como pañuelo de las gafas si nos falta o se nos pierde, para secarse el sudor (estando sanos sobre todo)…

    Pero en higiénico para lo que son los mocos, pollos y otras fuentes de miagmas concentrados, desde luego no ganan al «kleenex» (y mejor a cuanto más y rápidamente biodegradable sea) que usas y tiras a la papelera o contenedor de papel al momento, más el posterior lavado de manos.

  8. Javier Gutiérrez Chamorro (Guti)

    Estaba releyendo los comentarios, y me vais a permitir que vuelva al tema de la electrónica en la lavadora que decía Pedro L. La cosa es que esa electrónica incrementa la complejidad. Como consumidores queremos que la electrónica esté ahí, que el agua esté a exactamente 30º en vez de los antiguos termostatos donde podría estar a 25º o 35º dependiendo de como se hubiera calibrado. Al final un termostato es en esencia un metal que al dilatarse indica un aumento de temperatura. No es malo que ahora tengamos electrónica y sensores, al menos no es peor que los antiguos termostatos. La tecnología nos permite que ahora esos chips y sensores sean baratos, casi tanto como un termostato y da más beneficios.

    El problema de la complejidad es que esos chips no los tiene FAGOR o el fabricante de turno en sus almacenes. Bien porque consideran que no debe ser reparable, bien porque se las proporciona un suministrador con poca trazabilidad al que no se le puede reclamar nada. Digo yo que la cosa sería más fácil si pudiéramos comprar esa electrónica y el sensor a 10€. Pero si a la marca no le interesa que lo hagamos, lo ha encargado a un chino que a saber donde está, la cosa se complica. O sea que el problema no es que las cosas sean más complicadas que antes, sino que no son reparables.

  9. Javier Gutiérrez Chamorro (Guti)

    Exactamente Alejandro. En un sólo uso, cualquier pañuelo es igual de higiénico. Claro que si estamos con gripe, eso requeriría lavar y planchar decenas de pañuelos que tampoco es viable, como bien dices.

    Me gusta tu argumento de que son un instrumento útil también para limpiar gafas, porque eso quiere decir que le podemos dar muchos usos sin tenerlo que lavar. Sin gastar en celulosa desechable.

  10. yotambienestoyenamoradodeingridsjoberg

    Muy bonitos los pañuelos, y el escudo tan heráldico.

    No sé, es como todo, yo de pequeño solo usaba un pañuelo (marrón y blanco) para todo, y no tení más gripes que ahora ni mas catarros. Y tampoco he visto que los pañuelos d epapel eviten muchos resfriados, porque si ste suenas los mocos con un pañuelo de papel y lo tiras a la papelera, y al momento siguiente abres la puerta del portal con esa mano, estamos en las mismas, y el siguiente que vaya pillará el resfriado de todas formas.

    Por eso lo mejor en esos casos es hacer como los chinos, mascarillas y guantes.

    Además que el pañeulo de papel.. bueno, yo lo uso varias veces también XD Que no estamos para desperdiciar pañuelos, que son muy caros.

  11. En la cuestión de las lavadoras – y similares – no estoy de acuerdo con lo que se dice.

    Probablemente conseguir componentes electrónicos sea el menor de los problemas. El problema viene de las economías de escala y de la minimización del tiempo de fabricación y del número de piezas utilizadas.

    Para fabricar lavadoras – u otros electrodomésticos – baratos se necesita explotar economías de escala. Esas economías de escala no se dan en el momento de la reparación. Una hora de trabajo en un fábrica de la que salen 1000 lavadoras por semana es mucho menor que una hora de mano de obra de un técnico que repare el aparato.

    Si a eso le unimos el hecho de que el diseño ha sido hecho de forma tal que se ha minimizado el número de piezas y el tiempo empleado en el proceso de fabricacion, nos encontramos con consecuencia de que el aparato no está pensado para que sea fácil de reparar. Así, el precio de una eventual reparación es aún mayor.

    Así, llegamos a que el coste de una reparación es, muchas veces, tan alto que no merece la pena arreglar el aparato. Tampoco ayuda el hecho de que la lavadora que se venda dentro de 10 años posiblemente consuma mucha menos energía y agua que la que tenemos actualmente en casa. Si el aparato tiene una avería algo seria tras 7 años de servicio, ¿para qué arreglarlo?

  12. Javier Gutiérrez Chamorro (Guti)

    un relojista lo de la economía de escala es cierto, sobre todo en cuanto a mano de obra. Es decir, a gran escala se puede invertir en automatización en la cadena de producción, reduciendo la mano de obra del ensamblaje. Eso explica porque un técnico cobra las horas tan caras, pero no explica porque las piezas de recambio tienen esos precios tan elevados.

  13. Javier Gutiérrez Chamorro (Guti)

    En casos de gripe o resfriados yotambienestoyenamoradodeingridsjoberg, yo también uso los pañuelos de papel varias veces. Básicamente hasta que quedan empapados. Me imagino que dándoles un único uso, eso implicaría gastar 30 o 50 pañuelos, o sea 5 paquetitos, que sinceramente me parece una exageración.

  14. Tenía por los cajones de mi dormitorio una caja con 4 o 5 pañuelos similares a estos de Javier con las iniciales de mi suegro ya que eran de él y al parecer hace más de 20 años mi mujer los cogió de la casa de sus padres y me los dio posiblemente por algún resfriado que tuve que pillar por aquella época.
    Después de tantos años guardados por fin les he encontrado un buen uso ya que yo no suelo resfriarme por lo que no uso ni pañuelos de papel.
    Los he puesto bien estirados en la parte baja del cajón de una mesa de noche de tres cajones, encima tengo relojes Casio bien ordenados hasta completar todo el espacio del cajón y luego los tapo con otro pañuelo. Como me faltaban pañuelos he usado la tela de una sábana vieja que aunque no es igual al tacto de los pañuelos es similar.
    Cuando vea pañuelos en alguna tienda voy a comprar unos cuantos.

  15. Javier Gutiérrez Chamorro (Guti)

    Pues esa es una utilidad en la que no había caído Pepe Casio. Buena opción, así conservas y das uso a los pañuelos, y proteges los relojes.

  16. Guti, una pieza tiene un precio bajo si pertenece a un lote compuesto por muchas unidades.

    Si la misma pieza, exactamente la misma, pertenece a un lote compuesto por, pongamos, unos pocos cientos entonces el precio es mucho mayor.

    Las piezas de repuesto vienen de esos segundos lotes, de ahí que sean más caras.

    Hace ya tiempo que las fábricas tiran de just-in-time lo que, entre otras medidas, implica que en sus almacenes tienen justo las piezas que necesitan; su tuviesen más, sería un inmovilizado que afectaría negativamente a las cuentas de la empresa. Los repuestos van por otra vía, esos segundos lotes, y yo diría que es probable que sean fabricados por alguna subcontrata.

  17. Javier Gutiérrez Chamorro (Guti)

    Tu explicación me cuadra y me explica muchas cosas un relojista. Muchas gracias. Debe ser eso, los recambios van por otra vía, y se subcontratan a varias empresas, obviamente cada una llevándose un margen, e incrementando el precio.

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