Ocasionalmente me gusta reflexionar acerca del futuro de la relojería. Inevitablemente tiendo a conjeturar sobre lo que observo en la calle, en la gente, y lo que veo en sus muñecas. Era un punto de vista equivocado, el futuro de la relojería no está en la gente, está en los niños.
La mayoría de los que estamos aquí conservando afición relojera, tenemos ese vicio por nuestros relojes cuando éramos niños. La mayoría comenzamos con un Casio de resina (yo con un F-87W), un reloj tecnológicamente muy avanzado y a un precio relativamente asequible. Pretendemos extrapolar eso mismo a la actualidad, querer ver a niños llevando en su muñeca el reloj para todos, el Casio F-91W. Sin quitarle mérito a ese reloj, el más vendido de todos los tiempos, es un reloj con muchas cualidades: robusto, económico y con muchas funciones; pero no es tecnología avanzada, no ofrece más de lo que ya había en 1989 cuando apareció en el mercado, ni tampoco está más evolucionado que sus predecesores de principios de los años 80. En suma, por más que nos duela, un Casio F-91W no es lo que quiere llevar hoy en día un niño, simplemente porque no ofrece la sensación de futuro que sí ofrecía hace 30 años.
Como visito bastante los parques, veo a niños y niñas que en su muñeca llevan una smartband. Es el aparato ideal para ellos, mucho más compacto que un smartwatch, así que se adapta a sus bracitos. Siguen siendo asequibles como lo eran los Casio en su momento, y a ellos les ofrecen esa visión tecnológica de futuro que tanto nos atraía a nosotros. Los veo llevando Xiamo Miband, Honor Band, Realme Band, o los Nowley Smart que no dejan de ser pulseras Manridy CY11 remarcadas.
Productos que por menos de 30€ se convierten en asequibles y les ofrecen la conectividad con su aparato más deseado: el smartphone. No se aleja mucho de nuestra felicidad cuando con un Casio en la muñeca jugábamos a nuestra Nintendo Game&Watch favorita o enchufábamos el Sinclair ZX Spectrum. Por otro lado, el corto ciclo de vida de estos productos, ya sea por obsolescencia programada, escasa durabilidad o renovación tecnológica, hace que los niños sean el público perfecto para heredar los dispositivos de sus padres. En mi caso sabéis que llevo una pulsera inteligente en mi mano derecha, y el reloj convencional en la izquierda. Comencé con la Xiaomi Miband 1S en 2016, y en estos 4 años he pasado por la 2, 3, 4 y ahora la 5. En algunos casos porque la batería se dañó (1S), o porque me cansé de ella (2), o porque la perdí (3), o porque la regalé (4).
Así fue como conocí a Mario. Un niño de 7-8 años que me mostraba orgulloso su Xiaomi Miband 4. No prestó ni un segundo de atención a mi Tudor Pelagos. Diría que ni lo vio. Claro, para él era un reloj «simplón» que no ofrecía nada del otro mundo. Sí que se dio cuenta en cambio que yo llevaba la Miband 5. Entonces sentí en su mirada algo que yo había sentido en mi niñez. Yo llevaba mi básico Casio F, y cuando veía a un adulto con un robusto Casio G-Shock, o con un elegante Seiko de acero, sentía que era el reloj que quería, que me lo compraría cuando fuera mayor.
Me preguntó cuántos de ellos sentirán esa nostalgia especial cuando de aquí a una o dos décadas no encuentren nada parecido a esas smartbands asequibles. ¿Se pasarán a un Casio? ¿Se irán a los relojes tradicionales? ¿O quizás solamente habrá sido algo efímero y dejarán de llevar reloj?
Saludos de nuevo Javier.
El futuro de los relojes esta en… NO HAY FUTURO. Ni siquiera en nosotros, los amantes de los relojes. Yo mismo, por ejemplo, sigo llevando siempre mi reloj automático y mi smartphone en el bolsillo de la americana. Por mi trabajo hago un uso intensivo del smartphone, tanto que se me desgasta el bolsillo donde lo llevo, realmente me veo obligado a usarlo una vez cada 20 minutos, lo que me impide llevarlo en una bolsa o bolsillo interior.
Esto hace que este expuesto a golpes o caídas frecuentemente, tanto que me estoy planteando usar un smartwatch, lo cual me revienta. Me esfuerzo por seguir llevando el reloj clásico…
Pero todo apunta a que van a desaparecer los medios de pago tradicionales, con lo que nos veremos obligados a usar el teléfono para pagar en el super, en el autobús, en el taxi, la autopista… Es decir, el smartphone se va a convertir en una especie de Teletak. También va a ser una especie de DNI electrónico, cuando todo esto se implemente (Y va muy rápido) no va a ser necesario llevar dinero, tarjetas de crédito, Carnet de identidad, Carnet de conducir, Tarjeta electrónica para abrir la puerta de tu vivienda, llaves del coche, tarjeta o mando para abrir el parking, tarjeta de la seguridad social, carnet del gimnasio, y un montón de cosas más, además de las ya evidentes de GPS, correo electrónico, mensajería instantánea etc.
Hoy en día ya me veo obligado a volver a casa a recoger el teléfono si me lo he olvidado porque me es imprescindible para trabajar, si además me veo obligado a llevarlo como carnet de conducir, etc.; no puedo correr el riesgo de perderlo u olvidarlo, imagínate perder tu cartera con toda la documentación, tarjetas de crédito y las llaves de casa y del coche, pues perder o romper el smartphone va a ser peor.
En tal caso lo mejor va a ser llevar un smartwatch en vez de un teléfono, ya que difícilmente lo vas a olvidar o perder además de no tener que estar sacándolo continuamente.
Y claro, ¿si llevo un smartwatch que hago con el reloj, me lo pongo en la otra muñeca? ¿Me compro un reloj de bolsillo? Lo mas normal es que opte por llevar solo el smartwatch.
A esto súmale que los smartwatches acabaran siendo tan resistentes como un diver 200m, con caja de acero y cristal de zafiro y que su autonomía va a ser muy mejorada, quizás aguanten varias semanas sin recargar.
Todavía no esta todo listo, pero créeme, las cosas van más rápido de lo que pensamos, quizás no más de 10 años.
Quizás es que me suene demasiado radical eso de que no hay futuro Francesc, o quizás es que no estoy de acuerdo en ello. Es cuestión de acostumbrarse. Yo llevo en la mano derecha una smartband desde hace años, y en la izquierda un reloj convencional, usualmente automático. Utilizo la smartband para recibir notificaciones del móvil, a veces no me entero de llamadas o mensajes importantes. También como monitor de sueño y de pasos, pero no la uso para ver la hora. Es cuestión de acostumbrarse.
El inconveniente es que me molesta que tenga la pantalla apagada. El gesto de pulsar su pantalla o de inclinar la muñeca para activarlo es algo que no puedo con él. Tal vez sea yo el que me acostumbre a la smartband y entonces no necesite reloj. No puedo asegurarlo. Pero tal y como está la tecnología actual, lo dudo, al menos durante los próximos 2-3 años.
Consultar la hora en el móvil también me incomoda. Por más que esté usando el móvil cada 20 minutos, puede que quiera saber la hora cada 10, y entonces uso el reloj.
Estoy de acuerdo contigo, pero a mucha gente le costara llevar un reloj y un smartwatch, es como el reloj de bolsillo, nada te impide llevarlo si te gusta, pero al final por comodidad el 99.9 llevan reloj de pulsera. Y como dices en 2-3 anyos no, pero en unos 10 yo estoy seguro que serán como los relojes actuales, actualmente ya hay prototipos con pantalla en color de tinta electrónica que no necesitan activarse, la pantalla esta siempre visible sin necesidad de iluminación. No digo yo que los relojes dejen de existir, pero prácticamente su presencia sera testimonial, como los relojes de bolsillo, siguen existiendo y hay gente que les gusta llevarlos, pero prácticamente podríamos decir que no tienen uso mas allá de unos cuantos nostálgicos. Ademas existen ya smartwatch con correa de acero y caja de acero, si no te fijas bien parece que estés llevando un reloj de acero clásico.
Yo creo que el reloj como lo entendemos (Seiko 5, Orient, etc) van a prácticamente desaparecer igual que desaparecieron las maquinas de escribir con los ordenadores o los relojes despertador de mesa a cuerda pero si que van a perdurar los relojes-joya, (Grand Seiko, Pattek, etc.)
Para mí no hay duda, el futuro es el smartwatch. Como apunta Francesc, aunque aún le falta un poco de desarrollo es sólo cuestión de tiempo, se acabará imponiendo ante la inagotable ristra de funciones para la salud y la seguridad que nos venderán (control del estrés es lo último que he visto va a salir al mercado…). Y por supuesto, también será -si no lo es ya-, el rejoj de los niños y preadolescentes del futuro, aquellos compañeros afortunados que dispongan de función de teléfono y datos, serán los nuevos «triunfadores» de la clase, ya que podrán desde intercambiarse mensajes desde sus pupitres sin llamar la atención, hasta copiar examenes enteros con la ayuda de un auricular. Bueno, también podría pasar que la legislación se endureciera, prohibieran estos dispositivos en los centros, instalaran inhinidores de frecuencias en las aulas pero… No creo que ésto le interese mucho al poder económico y financiero, así que todo pinta muy previsible.
Qué reloj poner en la muñeca – si es que se pone algo – es una elección en la que intervienen muchos factores, y de entre éstos aquellos que puedan calificarse de racionales posiblemente sean los menos.
A mi ahijado, un pre-adolescente, no consigo convencerle de que se ponga un Casio F-91W que le regalé hace años. Le gusta tenerlo en la mesilla para mirar la hora, pero parece en la muñeca no quiere llevar nada: me dice que el reloj le parece incómodo.
Acerca de la cuestión de los relojes que se utilizarán en el futuro, pues ni idea. Smartbands y smartwatches a mí no me convencen, como tampoco sacar del bolsillo el teléfono móvil para mirar la hora qué hora es.
No obstante, creo que hay motivos para un moderado optimismo. A mi entender las razones son dos.
Una de ellas es que uno de los argumentos de venta de smartbands y smartwatches es la novedad, y yo diría que llegados a una edad las continuas noticias de novedades a uno le cansan. Dado que la novedad ha adquirido, por saturación, un caracter permanente estamos ante un oxímoron – la novedad permanente – y, por tanto, ese argumento de venta desaparece. En este sentido yo aprecio algún indicio de que este hartazgo, como la subida de las ventas de música en formato cassette [1] que se ha dado estos últimos años.
La otra, que las nuevas generaciones están más concienzadas que la precedentes en lo que se refiere al medioambiente. Smartwatches y smartbands son, por una cuestión de obsolescencia tecnológica, objetos efímeros. En 2 ó 3 años son un residuo, dado que se han vuelto obsoletos y, además, es probable que su batería no substituible ya haya agotado sus ciclos de carga / descarga. En cambio, los relojes con movimiento de cuarzo el único residuo que generan es una pila botón que, en algunos casos, dura hasta diez años; y si nos vamos a relojes solares, hablamos de baterías que duran 20 años antes de que sea preciso cambiarlas. Y en el caso de relojes mecánicos y automáticos, el único residuo generado son unas cantidades muy bajas de aceite, que se utiliza para engrasarlo cietas partes del mecanismo cuando pasa por una revisión.
[1] https://www.elconfidencial.com/cultura/2017-08-22/cassette-musica-fabrica-vintage-cintas_1431698/
Muchas gracias por el testimonio con tu ahijado un relojista. Mientras lo leía me imaginaba que debió ser más o menos lo mismo cuando a partir de los años 20 o 30, los hombres comenzaron a pasar del reloj de bolsillo al de pulsera. Les debía incomodar llevar algo en la muñeca en vez de su fiel reloj, o para el caso smartphone en el bolsillo. Es como si en menos de una década hubiéramos retrocedido un siglo.
Tu argumento de que la novedad permanente cansa tiene mucho sentido. Pero siento discrepar en su ámbito de aplicación. Me explico, cuando yo era joven me encantaba estar a la última. Eso implicaba dinero, pero sobre todo mucho tiempo leyendo y viendo lo que había salido al mercado. Efectivamente por la edad, eso nos cansa, nos abruma. Simplemente tenemos otras ocupaciones más importantes. Pero ello no impide que sigamos cambiando el móvil cada 2-3 años. Simplemente que no miramos tanto. Preguntamos a amigos y conocidos, y si antaño era Samsung, pues ahora es Xiaomi. Compramos el nuevo teléfono y poco nos importa que haya alguno más rápido o con mejor cámara. Es un buen de consumo con fecha de caducidad. Pienso que eso mismo podrá ocurrir con una smartband/smartwatch. Será más comparable a eso, a comprar unos nuevos calcetines.
Sí que has dado en el clavo, a mi modo de ver, con la conciencia medioambiental. Un reloj tradicional es un objeto que dura mucho tiempo, es ambientalmente sostenible, reparable, y no adolece de obsolescencias programadas. Puede que ese sea un importante argumento de cara a futuro. Y ojalá que así sea.
Una cosa que me pregunto Francesc, y enlaza con tu parte final, es si los smartwatches acabarán con los relojes funcionales de ahora, o sea con los digitales y los cuarzos, o reemplazarán también a los mecánicos. Pienso, o al menos a mi sí me pasa, que quién lleva un mecánico lo hace por algo más que su función. Tal vez su filosofía, o tal vez su ingeniería. En ese caso, un reloj inteligente no creo que sustituya a Orients y Seikos automáticos.
Yo mismo he encargado un Amazfit Neo, a ver si llega y le hago review. Quiero investigar si es un rival, o lo será a corto plazo, de los Casio Collection. Porque además de la pantalla, otro problema es su automomía. Este Amazfit tiene 28 días, empieza a ser algo tolerable.
Buena observación que había obviado jostma. Integración en relojes/pulseras con teléfono. Es decir, su propia SIM que permite eliminar la dependencia con el teléfono. Ese es otro avance que falta. Bueno, ya lo hay, pero con autonomías irrisorias. Y tiene mucho sentido, porque si el reloj requiere además que lleve el teléfono encima apenas me está proporcionando ninguna ventaja.
Pues sinceramente, a mí los smartwatches y demás sucedáneos ni me paro a mirarlos, porque no me considero un obsesionado de la tecnología móvil. Tengo el mismo móvil desde hace casi 5 años (Samsung S6), y la verdad, que aparte de haberlo cuidado bien durante todo este tiempo, no necesito más para hacer llamadas, leer Whatsapps y navegar por internet. Soy de los que no se compra un móvil u ordenador nuevo hasta que el que tengo no se me estropee y no se pueda reparar. No obstante, en el caso de la relojería, si que estoy dispuesto a gastarme dinero en una máquina del tiempo mecánica (reloj automático) que podré tenerla toda mi vida casi seguro.
Gastarse 1000€ en un móvil no equiparable a gastarse 1000€ en un reloj Longines automático, por ejemplo. El móvil de 1000€ no te durará más de 5 años lo más probable, el reloj sí, y será por muchos si lo cuidas. Pues es ésto lo que se está perdiendo, el saber apreciar el tener una joyita que te indique la hora de manera ecológica, sin pilas, y para toda una vida con un mantenimiento cada equis años en un relojero. Yo no puedo estar sacándome el móvil cada dos por tres del bolsillo, sólo para mirar la hora. Yo sí necesito un reloj para controlar mi tiempo.
Muy de acuerdo Aaron. Muchos argumentan que un Longines de 1.000€ no durará si no se revisa su maquinaria cada 3-7 años. Pero es que en ese tiempo, al Samsung Galaxy S6 también habremos tenido que cambiarle la batería. Lejos de seguir siendo funcional, llegará un momento al que no se le podrá actualizar el sistema operativo. Sin un sistema operativo actualizado, no se podrán actualizar Apps, y después de eso, no podrás ni usar Whatsapp ni nada. El Longines seguirá dando la hora casi indefinidamente.
Claro, el que lleva un reloj mecánico lo hace por algo mas que su función como bien dices, pero es como el que usa un reloj despertador de mesa, de esos que se les da cuerda con llave de palometa y hacen un RING!!! estrepitoso que te despierta con seguridad. Estos relojes despertadores han sido prácticamente sustituidos por los radio-reloj-despertador o por el propio smartphone. Siguen existiendo, y puedes todavía comprarlos, pero debido a su baja demanda solo existen modelos de baja calidad que se compran en las tiendas de los chinos. Un Seiko 5 es bueno-bonito-barato gracias a que hay mucha gente que los compra y a Seiko le sale a cuenta producirlos, si baja mucho la demanda de este tipo de relojes es probable que Seiko no pueda producirlos a buen precio con lo que se dedicaría solo a gamas altas. Pasa un poco como con los relojes de cuco y los de carrillon, que actualmente son mas un articulo decorativo que poca gente compra. Nada desaparece completamente pero a efectos prácticos su venta es nula, unos ejemplos: Las basculas de platillo sustituidas por las electrónicas en todas las tiendas, los tocadiscos,las navajas de afeitar, las maquinas de escribir, los termómetros, higrómetros,altimetros, barómetros de mercurio, sustituidos por los electrónicos, los crono-grafos mecánicos, las brújulas magnéticas, las plumas de escribir…. Todas estas cosas siguen existiendo pero solo en manos de profesionales o de amantes de lo clásico. Con lo cual su precio ya deja de ser económico.
Puedo estar equivocado totalmente, las bicicletas no han sido sustituidas por las motocicletas, de hecho su nivel de evolución tecnológica ha sido impresionante, pero en el caso de los relojes automáticos creo que se quedaran como artículos de lujo, por eso dicen que son «la joya de los hombres».
A todas estas, y para los que somos aficionados a los relojes automáticos, desgraciadamente, el dichoso Covid de las narices va a hacer subir precios en muchas marcas relojeras suizas, tal es el caso de muchas del Grupo Swatch, como Omega por ejemplo. Hoy preguntando precios por relojerías de la zona, parece ser que hablan de subidas de entre un 4-5%. Vamos, y yo que pensaba que no se iban atrever a subir precios con la que está cayendo, y mira… al final, el número de nuevos ricos va a crecer con toda esta crisis, al igual que sucedió en 2008 con la del ladrillo. Nada, cada vez esta afición se volverá más elitista…
Mi opinión, como alguien que no sabe mucho de relojes, es que la mayoría de relojes que usa la gente van a ser sustituidos por smartbands o smartwatches (que imagino que al final se acabarán llamando relojes igualmente). Los relojes mecánicos caros probablemente sobrevivan, porque en el fondo son una joya, un complemento estético más que funcional y va a haber siempre gente lo apreciará. Pero todos esos relojes de cuarzo «estándar», creo que van a desaparecer más tarde que pronto. Igual sobrevive algún modelo simple y efectivo como el Casio F-91W, pero no creo que nada por encima de ahí haga. Por encima del F-91W hay relojes que te ofrecen cosas extra pero no creo que sean esenciales y las smartbands tienen otras para compensar y eventualmente pueden llegar a tener todas las funciones de un G-Shock más avanzado. Todo esto a un precio más bajo que haga que por el precio de un reloj Casio avanzado puedas comprarte varias smartbands (que seguramente duren menos, pero a la larga te compense). Y otro detalle, al menos en Xiaomi, se ha prestado mucha atención a la personalización (fondos de pantalla personalizados, correas de colores,…) que son pijaditas que gustan a cierto público. Yo he pasado este año de mi Casio F-91W de 10 años a una Xiaomi Mi Band 4 y me ha parecido un cambio correcto, y sí, el salto tecnológico me moló, al igual que esos niños, las primeras semanas estuve intentando descubrir todo lo que podía hacer con ella jajajaja. Ahora con más perspectiva el único problema que le veo es la batería. En lo demás el Casio es claramente inferior. Lo sigo llevando a algún viaje largo, un poco por cariño y porque está más desgastado, pero a diario ya no lo llevo nunca.
Buenas noches amigos.
Muy buena entrada y debate. He podido sacar algo de tiempo para leer y pensar.
Me parecen todas las reflexiones lícitas y probables. Especialmente a D. Aaron, en cuanto a que los relojes son un complemento masculino.
Yo que tengo mucha relación con niñas y niños veo algún Casio y pocas smart bands. En maestros/as la proporción es mayor en relojes que en lo tecnológico.
Casio, creo que ha perdido o está perdiendo su oportunidad a sumarse a las nuevas funciones orológicas. Pero el reloj perdurará,al igual que las estilográficas, las navajas de afeitar y las brochas…
Aún así las modas dirán… No dejan de venderse las Adidas Adam Smith por más que hay materiales y tecnología que las supera, por no hablar de bufandas, abrigos de lana ( cuando hay materiales sintéticos que le dan mil vueltas) son complementos y moda…
Buenas noches amigos y cuídense.
Reitero mi agradecimiento a nuestro anfitrión por estos ratos
Saludos D. Ricardo cuídese.
No va a desaparecer nada, todo lo contrario. Los relojes mecánicos hace 50 años que están obsoletos desde un punto de vista funcional pero se venden más que nunca. No responden a ninguna necesidad, es una afición como otra cualquiera y a los aficionados les gusta tanto un Rolex como un Seiko 5 por lo que van a pervivir en todas sus gamas.
Lo mismo con los G-Shock, sus ventas han crecido de forma exponencial en los últimos años, están batiendo records cada año, hay legiones de coleccionistas de estos relojes y se ven en las muñecas de gente de todas las edades.
Los únicos que se pueden verse afectados son los relojes que compra la gente no aficionada, los típicos Festina, Lotus o similares.
Y tanto que molan estos cacharros Aarroyoc, funciones como por ejemplo leer un mensaje que estás esperando con un simple giro de muñeca, ipso facto, como quién mira la hora, e incluso responder con un mensaje programado si quedaste con alguien en algún sitio, controlar la música que estás escuchando… Todo sin tener que sacar el movil del bolsillo… De hecho si usas poco el móvil como yo, incluso puedes permitirte prescindir de él y seguir localizable, te ahorras cargar con el teléfono con esas diagonales que gastan. En definitiva, cosas que son realmente prácticas en la actualidad.
Luego claro está tiene sus contrapartidas, que no son pocas y ya habéis mencionado algunas; obsolescencia programada, comercio de datos personales, escasa autonomía (aunque todo se andará); la exposición a las radiaciones que emiten estos aparatos (un suma y sigue entre móvil, bluetooth, wifi, bombillas led, etc,… que vete a saber si a la larga puede ser perjudicial); y la cuestión ecológica, efectivamente cada vez más en boga, pero si os fijáis, apenas se oye decir nada de las baterías y la basura en general que se produce con el uso de esta tecnología, es como si los medios, las empresas o los gobiernos no quisieran entrar ahí por suponer un freno a la economía y al desarrollo.
Con todo como digo, yo creo que se acabará imponiendo como la primera opción mainstream, sobre todo pensando en la chavalada: mi primer reloj fue «el del caza», el F-18, y muy contento con él, pero ya entonces empezabas a desear alguna de las virguerías que hacía Casio y portaba algún compañero afortunado. Entonces igual ocurría que tus padres no te lo querían comprar o no se lo podían permitir…, pero hoy día, dar el salto a una smartband diría que es muy fácil, e incluso pueden empezar directamente ahí, atraidos por sus funciones o heredados de sus propios padres. Más adelante, en este escenario, es fácil imaginar un smartwatch como el regalo estrella, incluso antes que el ansiado teléfono móvil. Otra cosa diferente son los relojes mecánicos, estos se han seguido vendiendo como joyas, como elementos de etiqueta para vestir, o de lujo para presumir, estos perdurarán, otra cosa son los Casio Collection, éstos sí los veo en peligro más allá de la cultura de nuestra generación, de ahí que no podamos cansarnos de decirle a Casio que espabile, tiene que dar esa batalla y meter cabeza como sea, conjugar la innovación -aunque no fuera la más puntera-, con la estética y la historia de su marca. Lleva un buen tiempo disfrutando el revival de los 80 que tan fuerte está pegando en todos los ámbitos, pero éso no va a durar siempre.
Qué tema más difícil Guti y amigos del Foro! En mi humilde opinión, los relojes nunca van a desaparecer, pero ya no serán para ver la hora, serán un accesorio más, pues ya tenemos la hora en la estufa, coche, refri, horno,etc. Cómo dije, es un tema muy difícil y con muchas variables. Ni Nostradamus nos podría ayudar mis hermanos.
Saludos.
El reloj como el único objeto joya que culturalmente podemos usar los hombres como complemento de buen gusto seguirá usándose. Ya los niños crecerán y lo asimilarán.
Creo el problema de la relojería es el porqué alguien deja de usar reloj, no que nunca compre uno.
Y lo dejan de usar porque hay muchos en que no se ve bien la hora ya sea digital o analogico. También por la molestia del mantenimiento o porque se rompa o raye.
Cuando sigan mejorando las autonomías y los materiales de los smartwatch y bajen los precios, y de paso mantengan una gran variedad de configuraciones para dejarlo a nuestros gustos y necesidades, realmente los relojes clásicos de uso diario perderán la batalla.
A nivel estético los smartwatches tienen una GRAN VENTAJA: son todos iguales o muy parecidos. Y como la elección de un reloj «Lindo» es algo muy complicado eso es algo que simplifica el tema. La gente tiene más miedo al ridículo que al cáncer.
Pienso igual Francesc. Cuando Seiko, Orient o las marcas que hacen relojes automáticos en abundancia no puedan vender tantos sus precios subirán. Si nos fijamos incluso en las marcas chinas, los movimientos son de Seiko. En el momento que Seiko aumente precios, subirán para todos, convirtiéndose, para nuestra desgracia, en artículos de lujo.
Es lógico Aaron. Están vendiendo mucho menos de lo que vaticinaban, incluso despidiendo a personal, cosa que dijeron que no harían. Lo único que se les ocurre para compensar las pérdidas es aumentar precios. Obviamente les funcionará si con ese 5% de aumento siguen vendiendo las mismas unidades. Pero yo creo que no será así, la gente compra menos con el COVID porque tiene menos dinero. Muchos están de ERTE, y si antes ya era difícil pagar 5.000€ por un Omega, ahora, pagar 5.250€ lo será aún más. Por tanto acabarán vendiendo menos.
Tu testimonio es muy interesante aarroyoc. Cuentas en primera persona lo que te ha ocurrido, y que creo que le pasa a mucha gente. Un Casio F91W te ha dejado de ser útil porque una Miband 4 te ofrece mucho más, y a un precio similar. Sólo falta lo que comentas, que en vez de 30 días de batería tenga digamos 3 meses o 1 año.
Vaya Sergi, lo que tu ves no coincide con lo que yo veo en los parques. Claro que puede ser que yo me fije más en aquellos que llevan una smartband que un Casio. Dudo que las cosas sean muy diferentes en ese sentido entre Valencia y Cataluña. Siendo así, da algo de esperanza, pero seguimos sin sacar nada en claro.
Por supuesto Rober. Creo que los primeros afectados serán aquellos que vendan relojes de cuarzo de moda. Los relojes a ser reemplazados por la nueva moda.
Honestamente jostma creo que en Casio deberían haber espabilado hace tiempo. Y no sólo ellos, también el resto de relojeras más o menos tecnológicas como Seiko, Citizen o Tissot.
Sí que está dando de sí este tema 😀
Respecto a la sensibilidad por la naturaleza y demás, creo que hay de todo, hay chavales que les importa, pero por lo que veo, a la mayoría no mucho. Y la autonomía lo mismo, ¿o nos parábamos nosotros a pensar que nuestro reloj durase la pila 6 meses? Lo que queríamos eran musiquillas y juegos, aunque hubiese que cambiar la pila cada mes.
La anécdota que cuenta Guti con el chiquillo mirándole su smartband y pasando del mecánico es muy gráfica y dice mucho de la realidad. El futuro no sé, ya se verá, pero los chavales quieren la última maravilla que haya salido al mercado, como si tiene obsolescencia programada o no. No quieren un F-91 por historia o porque sea antiguo (lo mismo que nosotros no queríamos un Rolex o un Hamilton por su historia, que nos importaba un pito).
Así que si todas estas marcas quieren «engatusar» a las nuevas generaciones y fidelizar clientes a futuro, mal que me pese (porque los odio) tienen que tener smartwatches sí o sí, y smartband sí o sí, y cuanto más futuristas, mejor. Por desgracia en marcas como Casio se han dormido en los laureles, y siguen creyendo que siempre van a vivir de vender un G-Shock de color naranja chillón a precio de Breitling de titanio. Claro que no les dolerá en prenda si no les funciona y tienen que cerrar, lo mismo que cerraron su división de cámaras de fotos, de música, o de teclados, los cuales fabrican solo unos pocos y han preferido comercializar apps de música para iPhone. Ellos verán.
Me ha gustado mucho la comparación que haces entre el momento actual y nuestra época Bia Namaran. Es algo que yo no había sido capaz de desarrollar tan bien, pero que significa que las preferencias, los deseos y los gustos, realmente no han cambiado tanto en estos últimos 30 años.
Muy cierto, las marcas deben ganarse a las nuevas generaciones, y creo que una buena opción es fabricando lo que ellos quieren. Puede que si Apple, que a ese nivel es la marca más deseada de aquí a 10 años hiciera un reloj mecánico, muchos de los que ahora son niños/adolescentes lo querrían comprar.
La verdad es que es un tema «peliagudo» y muy interesante. Yo diría que hasta hace apenas uno o dos años he visto a la mayoría de niños y niñas con relojes «normales» (digitales o analógicos), pero puede ser que ahora empiecen a ganar terreno los relojes «inteligentes» o las pulseras de actividad.
Entiendo el argumento de que los niños puedan ver estos nuevos «artilugios» del mismo modo que nosotros veíamos los relojes digitales en los 80, pero su estética anodina y pantallas «dormidas» les quitan atractivo. Yo daría un voto de confianza a los relojes, y eso implica también no dejar de llevarlos puestos para que sigan teniendo visibilidad.
Pero es cierto que cada vez veo a más adultos que se pasan al lado «oscuro» y van desterrando los relojes. Entre mis amigos, compañeros de trabajo y familiares cada vez hay menos relojes convencionales e incluso los análogicos-joya-estatus (no me refiero a precios altos sino a que sean aparentes a primera vista) están desapareciendo.
Entre los más pequeños he visto muchos Casio, sobretodo el LW-200 (que tiene el tamaño perfecto y una gran variedad de colores) y también modelos de Decathlon. Curiosamente los diseños guardan cierto parecido, un gran fondo claro con números relativamente grandes «flotando» en el centro.
Personalmente he regalado algunos relojes a la proxima generación, pero me he decantado por el estilo clásico. Si era un niño he optado por el W-59 (por funciones y resistencia al agua es casi igual que el LW-200), y si era una niña, he preferido un LA20 o un LA670.
Aún así no termino de quedarme a gusto porque ninguno es lo suficientemente completo. En el W-59 y en el LA20 me falta el temporizador de 1-3-5-10-15-20-30 min del LA670. En el LA20 y el LA670 echo de menos que sean WR50M (aunque sé que aguantarán de sobra con WR). También en el LA670 me falta la luz que tienen los otros 2.
Y en todos ellos el cronómetro de 24 horas que sí tiene el LW-200. Puestos a pedir me gustaría que fueran solares.
De todas formas, el próximo que voy a regalar será un LWS-1100H (el hermano pequeño del WS-1100H, que a su vez sería la versión «lite» del W-S210H). Por funciones supera ampliamente a todos los anteriores y además tiene las fases lunares y las mareas, es decir, esas funciones casi mágicas que nos conquistaron a nosotros.
Un saludo y salud para todos en estos tiempos convulsos.
Creo que regalar relojes es la mejor opción para mantener esta afición WR_100, sobre todo en las nuevas generaciones. Yo también aprecio en mi entorno cercano como cada vez más gente deja de llevar reloj, y como otros se pasan a los dispositivos inteligentes. Sin embargo también detecto un repunte de los relojes mecánicos, quizás por aquello de buscar algo diferente, y esa parte, me llena de esperanza.
Creo que no tardamos en ver un latigazo en contra de los smartwatches, una reacción en contra de esa noción de siempre estar 100 por ciento en contacto (con el trabajo); así, creo que los relojes comunes tendrán un repunte. En efecto, sin embargo, los smartwatches son lo de la chamacada ahora, y se van a normalizar en esta generación; somos un grupo que envejece y muere.
Esa normalización, sin embargo, va a generar respuestas en contra, ya sea por nostalgia, «hipsterosidad» o rebeldía.
Voy a hacer algo de futuro-ficción. El sucesor del reloj mecánico es el reloj de cuarzo digital, (digo sucesor, no sustituto) porque sustituirlo no lo ha hecho, seguirán conviviendo mecánicos, cuarzos analógicos y cuarzos digitales. Pero es que el smartwatch no deberíamos llamarlo así, en verdad es el phonewrist, teléfono de pulsera. El smartwatch ha venido a sustituir al smartphone, no al reloj. Y es que el smartphone ademas de sustituir prácticamente al teléfono clásico, al gps, al ordenador portatil, etc, etc, va a sustituir al dinero en metálico, a las llaves del coche y de casa y a la cartera con documentación.
El problema del smartphone es que se cae, se rompe, se pierde y tal… Por eso hay gente que prefiere llevar un smartwatch. El problema es que la pantalla es pequeña y por eso llevan el teléfono en el bolsillo y el smartwatch conectado al teléfono para recibir mensajes. Y ponerle una correa a un teléfono de 7 pulgadas y llevarlo en la muñeca no es viable…
Yo creo que se invertirán los papeles en el futuro, en la muñeca o colgado del cuello como si fuera un colgante o implantado en la piel se llevara un «super-chip-transmisor-receptor-conector-gps-procesador» que te permitirá pagar, identificarte en sitios y abrir puertas con cerradura electrónica aunque no lleves teléfono. Y la pantalla necesaria para leer mensajes o ver vídeos sera una lamina de plástico flexible que podremos llevar plagada en el bolsillo. Quien sabe , quizás este superchip sea tan pequeño que pueda ir adherido o en el interior de un reloj mecánico……
Interesante planteamiento Kabe. No había caído en ello, y es posible que surjan grupos o individuos reaccionarios. Igual que muchos se niegan a llevar teléfono móvil. El problema de esas conjeturas es que es imposible predecir su alcance. Quizás se conviertan en un grupo mayoritario, o quizás sea algo aislado.
Pienso exactamente igual Francesc | Free Hosting. Un teléfono móvil siempre he dicho que es un incordio, es como volver a la época de los relojes de bolsillo hace más de 100 años. La opción es un teléfono de muñeca, pero claro para eso hace falta una forma de ver la información con facilidad. Falta tecnología para eso, no sé si será un proyector holográfico o el qué, pero ese es el camino. Otro problema, y ese está en vías de solución desde hace años es la autonomía. Un reloj está pensado para que no te lo quites nunca, ni siquiera para dormir porque monitoriza tu sueño. ¿Entonces cuando lo cargas? O hace falta más autonomía, o un sistema de carga solar o cinético que lo haga autónomo.
Venga, pues tras un tiempo, la dejo caer:
¿Y si en vez de una «»smart»-band» hablamos de un CASIO Phys, de media y tope de gama? De aquellos con podómetro, pulsómetro (aunque con banda en el pecho… ¡anda, para muchos quizás hasta un avance más efectivo!)…
A ver «qué cosa «smart»» la supera…
Ah sí, que no notifica de cada chorrada que aún se cuele en notificación del móvil, que en el 80% de los casos ni requiere prisa y ni siquiera se acuerda el propio remitente que exige/pide casito a horas después.
Como idea romántica me gusta más Alejandro, pero yo ya llevo quizás demasiados años con la smartband, así que te doy las ventajas que no tienen los Phys:
1) Es más pequeña, delgada y ligera. Tan cómoda como un Casio F-91W, así que puedo dormir con ella y me monitoriza el sueño sin que me moleste.
2) Es verdad que el 80% de las notificaciones del móvil no tienen prisa. Pero un 20% sí. A mi me avisa de llamadas (algo útil porque a menudo llevo el móvil en la mochila), de SMS y de mensajes de Whatsapp. Como en la pantalla de la pulsera veo el remitente, decido si atenderlo al momento o no.
Habría que hacer un especial de gente que pide cosas y luego las olvida. En este blog incluso hay muchos ejemplos, por supuesto nada que ver contigo ni con otros. Esa gente que llega aquí una vez, plantea una cuestión en la que no ha invertido ni 2 segundos en averiguar y se va. Luego el aquí presente la responde educadamente, invierte unos pocos minutos en buscar. El remitente nunca lee esa respuesta, no le importa porque gastó 2 segundos, pero yo gasté 5 minutos.