Como era de esperar, la entrada sobre Las chicas del Instagram tuvo mucho éxito de audiencia, si bien no tanto en cuanto a participación como comentarios. Eso deja claro lo que buscamos, y en cierta forma lo que se ofrece.
Tenía material sobrante que usé al escoger las «finalistas», y como no sé si esta será una entrada que se convierta en saga o que termine aquí, he preferido incluirlas.
_veeeeeero_
andrea_ancha
andrea_carballo
canaria90
gildamer
judithh96
Para mí, la más atractiva es la que tiene tatuado el brazo de flores, está guapísima.
Al demonio los Casios Guti, saca puras chicas jajaja.
Gracias por alegrarme el día mi amigo.
Es una buena forma de alegrar la vista y de hacer algo distinto Ricardo. Gracias por tus palabras. Quedan dos entregas más y después lo transformaremos en algo más relojero y que será todavía más entretenido para los aficionados.
Buenas noches Javier, D. Ricardo.
D. Javier que estoy autoconfinado, por favor, que en mi pueblo no hay estas bellezas.
Buenas noches y gracias.
Creo que esas bellezas tampoco están en las grandes ciudades Sergi. Se acicalan, retocan y muestran solamente en redes sociales superficiales.
Mucho dinero se mueve detrás de algunos perfiles:
https://www.elconfidencial.com/tecnologia/2021-02-06/influencers-instagram-modelos-agencias_2937467/
🙂
Un artículo magnífico Mire. No estoy muy puesto en Influencers, aunque pueda parecer lo contrario, y la verdad que me sorprende que de para tanto. Revisaba los datos de Natalia Osona con 950.000 seguidores factura 1.727.916€. ¿Eso significa que de media cada seguidor le compra 2€? Madre mía, es impresionante.
Son unas cifras irracionales y a su vez inconsistentes. Veo por ejemplo a Aida Domenech (Dulceida) con casi 3 millones de seguidores, en cambio su facturación ha sido de apenas 109.000€ y ha perdido 1.500€. Vamos a ver una aficionada a la moda, en principio sin oficio ni beneficio como ella misma admite en su blog, que por cierto está montado en una plataforma gratuita. Tengo serias dudas de que encima tenga que pagar dinero… ¿De dónde lo saca?