Relojes de Barcelona en Revista Carpe Diem

Bia Namaran, conocedor de mi pasión relojera y además de ser ciudadano de Barcelona me hacía llegar el Nº16 de la Revista de gnomónicaCarpe Diem” editada por Juan Serra Busquets. Publicada en diciembre de 2005, momento en que este blog apenas llevaba 2 años online, ofrecía un artículo titulado Turismo gnomónico en Barcelona que firmaba Esteban Martínez Almirón y que repasaba los relojes más emblemáticos de la ciudad de Barcelona (ver Ruta Industrial por La Sagrera).

Podéis descargar el original aquí (1,1 MB. en formato PDF). En seguida me interesó darle difusión y preservarlo aquí. Si había reproducido las obras de José de Elola y Gutiérrez, el trabajo de Carpe Diem también lo merecía.

Tras ponerme en contacto con Esteban, amablemente me autorizó para republicarlo, y no sólo eso, se molestó en buscarme los documentos originales para que pudiera remaquetarlos, de manera que antes de comenzar, mi agradecimiento.

Carpe Diem
N.º 16 Edición trimestral – Revista de gnomónica – Diciembre 2005
La primera revista digital de gnomónica en español
Juan Serra Busquets

Turismo gnomónico en Barcelona
Por Esteban Martínez Almirón

Habían transcurrido muchos años desde mi última visita a la ciudad de Barcelona y a mi anhelo de redescubrirla en todos sus rincones y monumentos que anteriormente conocí se unía mi deseo de ver las nuevas edificaciones y espacios creados desde 1985 –con las Olimpíadas, el Fórum de las Culturas y el año Gaudí de por medio- así como mi especial interés por descubrir los relojes de sol que en ella se encuentran.

Para lo primero preparé el viaje reconociendo la ciudad virtualmente visitando varias de las páginas que sobre ella encontramos en la red. Para lo último acudí a la web de la Societat Catalana de Gnomónica (SCG) donde bajo la reseña “Itinerarios”, encontré el interesante artículo “Once relojes de sol de Barcelona”, en el que Josep María Vallhonrat con fotos de Manel Dalmau, presenta una excelente propuesta de visita gnomónica a la ciudad condal y que fue la que inicialmente utilicé en mi planificación turística.

Fue así como a primeros de septiembre, por fin, visitamos Barcelona varios familiares y el que esto escribe. En la planificación de la visita turística, logré “colar” algunos edificios y espacios en los que “casualmente” había relojes de sol, por lo que nunca agradeceré lo suficiente la infinita paciencia de mis acompañantes, quienes acogieron con ilusión algunos de los “forzados” itinerarios que les propuse.


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Y es que a la lista inicialmente preparada en base a la información de la web de la SCG, debí añadir algún otro que, antes de la partida, tuvo a bien facilitarme Conxita Bou, miembro de la referida sociedad. Tanto a ella, como a su marido, a quienes tuvimos el placer de conocer personalmente en nuestra visita, como a Bartomeu Torres, presidente de la SCG, como asimismo a Andréu Majó, con quien compartimos un breve encuentro, quiero agradecer desde estas líneas el inmejorable trato dispensado y las nuevas “pistas” que nos ofrecieron para ésta y futuras visitas.

Como consecuencia de la experiencia vivida, y con el interés de compartirla con vosotros, por si os pudiera servir de guía en vuestra visita a la ciudad, he preparado esta pequeña colaboración que se diferencia del glosado artículo de Vallhonrat, fundamentalmente, en que está hecho desde el punto de vista de un “turista”, y en el que he intentado aunar el recorrido puramente turístico con el interés gnomónico.

Para quien no conozca Barcelona, se presenta al margen un plano parcial de Barcelona en el que se han señalado las zonas de visita. También he de decir que no especifico medio de transporte para el acceso a las diferentes zonas ni número de días u horas de recorrido puesto que, para lo primero, dependerá del medio utilizable por el visitante (metro, bus turístico, autobús, bicicleta o turismo), y lo segundo variará en función de la disponibilidad y particular planificación de la gira.

No obstante me permitiré indicar que las tres primeras zonas descritas –Park Güell, Gràcia, Eixample- si comenzamos el recorrido a primera hora, quizás las pudiéramos realizar en una mañana completa, restando la del Barri Gotic y Litoral para la tarde y la del Museo de la Ciencia para una jornada completa.

Alrededores del Park Güell


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Iniciamos el recorrido a la altura del número 75 de la Travessera de Dalt, ya que ahí se encuentra una parada de bus y el acceso, a través de la empinada calle Larrard al Park Güell. Ya en la
misma calle Larrard, en el número 46, encontramos un sencillo reloj de cerámica sobre su fachada.


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Una vez en el interior del Park Güell, y tras subir las escaleras que acceden a las primeras terrazas y el bosque de columnas que sostiene la plaza central, accederemos a ella, la que tras deleitarnos con las hermosas vistas que nos dispensa, divisaremos entre los pinos, en dirección Norte, la Casa Trías, a la que nos dirigiremos ascendiendo por algunos de los caminos que discurren por el parque. Al llegar encontraremos sobre su fachada principal un reloj vertical esgrafiado con bellos motivos florales que lo decoran a su alrededor y en su base. En el centro la figura de un gallo de cuya cola sale el gnomon polar. Líneas horarias de enteras y medias y numerales horarios de carácter arábigo.


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Terminada la visita al Parque, bajaremos por la misma calle Larrard en busca nuevamente de la Travessera de Dalt. Al alcanzarla, giraremos hacia la derecha en busca del edificio que se encuentra en su número 61, Can Tusquets, ya que sobre su fachada meridional se conserva en magnífico estado un bello cuadrante vertical declinante a oriente esgrafiado sobre ella, fechado en 1793. En él se han trazado las líneas horarias de enteras y medias con numerales romanos.


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Descubriendo Gràcia

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Sin abandonar la Travessera de Dalt, nos dirigiremos hacia la Plaza Lesseps, en dirección suroeste, ya que en la referida plaza se encuentra la Iglesia de Sant Josep. Si nos fijamos detenidamente en su fachada, veremos que debajo de la imagen de la Virgen y justo encima del arco de su puerta principal de entrada se conserva un reloj realizado en piedra con limbo redondo y superficie curva aunque por lástima en el momento de nuestra visita, exento del necesario gnomon. Además diremos que es vertical declinante a levante y lleva los números horarios arábigos.


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A continuación atravesaremos la tan nombrada Travessera de Dalt por el primer paso de peatones que encontremos y nos internaremos en pleno corazón de Gràcia a través de la calle Masens que nos guiará por Sant Salvador y calle d’Alzina hasta la Plaza del Nord en la que se halla el primero de nuestros destinos en el interior del Barrio: El Centre Cultural dels Lluïsos de Gràcia, ya que sobre su fachada se encuentra dibujado un bello reloj con limbo rectangular, numerales romanos en el borde exterior y arábigos en el circular interno.


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Seguiremos bajando serpenteando por sus calles –Martí, Bellver, Torrent de l’Olla, Planeta- en busca de la Plaza del Sol, ya que allí encontraremos una bella escultura gnomónica realizada en bronce, que constan de una gran esfera hueca en la que se han trazado las líneas horarias, a cuyo alrededor se han dispuesto diferentes figuras que representan los signos del zodíaco, destacando especialmente, en su parte más elevada, los correspondientes a Sagitario y Virgo. La base cuadrada se asienta en un soporte de obra que se encuentra ampliamente “decorado”. Este hecho y la ausencia de varilla hacen que esta valiosa pieza pierda algo del esplendor del que inicialmente estuvo dotada.


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Por el Eixample

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Desde la plaza del Sol seguiremos por el entramado de calles hacia abajo, en dirección sureste alcanzando la calle Gran de Gràcia y desde aquí la plaza donde se encuentran los Jardines de Salvador Espriu, para desde la Plaza Joan Carles I, punto de unión entre Gràcia y el Eixample, penetrar en éste a través del Paseo de Gràcia. En éste, dos manzanas más abajo en dirección Plaza de Catalunya, la Casa Milá, de Gaudí, también conocida como La Pedrera. En su recomendable visita toparemos con un reloj de sol situado en uno de sus patios interiores, del que por circunstancias que no vienen al caso, no podemos ofrecer su imagen.

Desde la Pedrera, y en plena ruta Modernista, nos dirigiremos hacia la Casa de Les Punxes, por la calle Provença, Pau Clarís y Diagonal, a la altura del nº 418. La también conocida como Casa Terrades, fue proyectada en 1903 por el arquitecto Josep Puig i Cadafalch, contiene “365 ventanas, una para cada día del año”, como nos relató nuestra guía. En ella, además no deberemos dejar de admirar su reloj de sol adyacente a Diagonal y observable si el arbolado de esta Avenida nos lo permite.

De aspecto rectangular se encuentra bellamente decorado con un sol de cuyo centro parte el gnomon, tres escudos heráldicos y se han dibujado las líneas horarias y estacionales así como los numerales, de carácter romano. Es el único de todos cuanto hemos visto en el que figura la lemniscata para la hora central del día. Sobre su parte superior se ha situado la siguiente leyenda latina “NUNQUAM TE CRASTINA FALLET HORA”.


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Cruzaremos nuevamente la Diagonal para a través de la calle València, dirigirnos a la confluencia de ésta con la de Balmes, ya que en una de sus esquinas se encuentra la Iglesia de la Mare de Déu dels Àngels. En el último cuerpo de la torre, antes de los dos últimos de campanas, cuatro relojes verticales, sobre cada una de sus cuatro caras, todos con líneas horarias y estacionales y con los signos zodiacales. Realizados en “ANNO DOMINI MCMLV”, figuran otras leyendas latinas tales como “ORA ET LABORA” y “TEMPUS BREVI EST” (No hemos acertado a leer la que se divisa en el orientado a Levante, el más inaccesible).


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En el Barrio Gótico y por el Litoral

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Desde nuestra última visita continuaremos bajando por la calle Balmes, atravesando la Gran Vía de les Cortes Catalanes y giramos a la izquierda hasta alcanzar el centro neurálgico de Barcelona: La Plaza de Catalunya. Desde aquí comenzaremos el recorrido por el Barrio Gótico, internándonos en él a través de Las Ramblas en dirección al Port Vell.

Tras dar nuestros primeros pasos por tan emblemático recorrido, alcanzaremos el Palau Moja, que hace esquina con la calle Portaferrisa, en la que entraremos para internarnos a continuación por la segunda situada a su derecha, la denominada Petritxol, profusamente decorada con azulejos y otros detalles, incluyendo un reloj de sol situado a elevada altura, dada la estrechez de la calle, sobre un saliente de su lado norte. Reloj declinante a Levante que se ha dibujado sobre una pieza adosada sobre el saliente, con señales horarias y números romanos. Lleva la siguiente inscripción en catalán: “HORA DEL SOL DEL CARRER PETRITXOL”.


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Si quizás nuestros anteriores recorridos nos han llevado toda una mañana, cuyas horas matutinas serán proclives a disfrutar la lectura de la mayoría de los relojes visitados, pues se habrá advertido que la mayoría son verticales declinantes a levante, nuestras próximas visitas gnomónicas nos llevarán a recorrer el litoral barcelonés, pasando por el Born o la Barceloneta, donde podremos parar a recuperar fuerzas en alguno de sus restaurantes, para seguir nuestra visita haciendo una primera parada en la Vila Olímpica y posterior en el recinto donde tuvo lugar el Fórum de las Culturas, en el límite con el vecino municipio de Sant Adrià de Besòs.


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La primera parada, como decimos, la podremos realizar al inicio del espigón del Bogatell, entre las playas de la Nova Icaria y la propia de Bogatell, punto al que accederemos por la calle Salvador Espriu, en el desvío por la calle Jaume Vicens. Allí, en el acceso a las playas, encontramos un reloj bifilar de grandes dimensiones realizado en hormigón y acero que fue proyectado por Rafael Soler Gayá en 1993 y que consta de dos piezas principales, una curva –en el eje Este Oeste- y otra recta –en el Norte/Sur- y que con el punto resultante de la intersección de sus sombras, es marcada la hora sobre un limbo horizontal situado en el suelo en el que se han trazado las líneas horarias y estacionales en “TEMPS VERTADER” (tiempo verdadero), tal como reza la leyenda situada en la faz norte de la pieza curva.

Una vista general del bilifar de Soler de la playa del Bogatell. Más abajo, se ofrece un detalle en el que en el centro del círculo señalado figura el punto de marcada horario.


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La siguiente y última de nuestra ruta por el litoral la haremos en el recinto del celebrado en 2004, Fórum Universal de las Culturas, del que se conserva toda su infraestructura incluyendo un reloj de sol analemático instalado al efecto y que está situado justo al comienzo de la gigantesca placa fotovoltaica. El reloj es de grandes dimensiones -unos ocho metros de eje mayor- y consta de la línea central de situación de la persona que actúa de gnomon, que se ha decorado con lemniscata con los doce puntos zodiacales. Por desgracia en nuestra visita ya se observa un cierto deterioro del conjunto, visible por la ausencia de algunas de las piezas que lo conforman.


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Vista de la lemniscata.


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El analemático del Fórum con la gran placa solar fotovoltaica al fondo.

Avenida del Tibidabo

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Nuestro próxima y última visita la realizaremos al Museo de la Ciencia, también conocido como CosmoCaixa, al que podremos acceder desde la Plaza John Kennedy, con estación -Av Tibidabo- de la línea 7 de Metro, lugar donde comienza la Avenida del Tibidabo y punto de partida asimismo del Tranvía Blau. Ascendiendo por la cuesta de la propia avenida del Tibidabo nos desviaremos al alcanzar la calle Cuatre Camins. En su esquina se encuentra un bello edificio con un restaurante “El Asador de Aranda” y sobre su fachada meridional se conserva un reloj vertical de grandes dimensiones dibujado sobre azulejos con líneas horarias de cuarto de hora y números arábigos.


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En su parte superior e inferior figura la leyenda: “QUANTUM HAEC UMBRA PROCREDITUR TANTUM TUA VITA MINUITUR”.

Accederemos finalmente a CosmoCaixa continuando por la Avenida del Tibidabo o bien por el atajo peatonal de la calle Teodor Roviralta, en la parte trasera del edificio anteriormente comentado, si bien este camino no está indicado para personas con movilidad restringida debido a las escaleras que deberemos subir hasta que finalmente alcancemos la puerta de acceso al Museo de la Ciencia.


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El último de nuestro objetivo gnomónico se encuentra en su interior, concretamente en la plaza de la Ciencia, donde además de varios módulos de observación e investigación, encontramos un reloj de sol de grandes dimensiones constituido por dos planchas metálicas triangulares cuya arista de unión constituye el gnomon que marca la hora solar –y las estaciones- sobre el suelo. En la unión de ambas planchas se ha dejado una abertura gnomónica que marca con mayor exactitud la línea de lectura horaria. En sus aledaños se ha situado un panel explicativo de la función y uso del cuadrante.

En el tintero
Hemos expuesto la situación e imágenes de un total de 14 referentes gnomónicos en Barcelona que suponen un total de 17 relojes de sol de todo tipo y orientación: verticales de diversa declinación, horizontales, analemáticos, bifilares y un ecuatorial. Se nos quedaron pendientes de ver, al menos, los que se señalan a continuación, todos ellos mencionados en el libro “Rellotges de sol de Catalunya, un Patrimoni per descobrir” editado en 2004 por la Editorial Efadós, proyecto en el que han participado varios miembros de la Societat Catalana de Gnomónica:

  • Analemático situado en la plaza de María Cristina al otro lado del Centro Comercial allí ubicado.
  • Un vertical declinante confeccionado en azulejos situado en el nº 56 del carrer Campoamor (Horta-Guinardó).
  • Otro vertical con motivos fotográficos de la calle Cardedeu, en la zona oeste de Gràcia, cerca de la Ronda de Dalt.
  • En la Escola de Sant Gregori, en Sant Gervasi calle Carles Riba, 11-15, un vertical declinante a poniente de grandes dimensiones.
  • En la Iglesia de Sant Josep Oriol, un vertical de limbo redondo realizado con teselas cerámicas.
  • Y por último el ecuatorial esférico situado en el Jardí de l’Umbracle del Parc de la Ciudatella.


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Aunque tampoco pudimos ver los comentados, tardíamente a nuestro pesar, por Andréu Majó que se encuentran en el Castillo de Montjuïc, un vertical y dos posibles meridianas, ni el de gnomon “colgante” del Tibidabo, sí en cambio descubrimos otros un tanto “atípicos” por denominarlos de alguna manera, como algunos cerámicos de pequeño formato e irregular trazado expuestos en un mercadillo de artesanía situado en el acceso a la Avenida del Portal del Ángel desde la Plaza de Catalunya.

En un paseo nocturno por una de las calles del Eixample, advertimos por azar un reloj de sol en una pared en el interior de una tienda de pinturas, sin que en su momento pudiéramos determinar el material con que estaba confeccionado. Pero gracias a Conxita Bou, quien sí se personó en el local después de nuestra partida, pudimos averiguar que se trata de un recurso conocido en decoración como trampantojo, es decir un dibujo, en este caso soportado en papel, que representa una figura en tres dimensiones que da la sensación de real, un reloj de sol con su varilla y sombra incluida y que, en nuestro caso, cumplió perfectamente el fin para que fue diseñado. (Trampantojo: Trampa o ilusión con que se engaña a uno haciéndole ver lo que no es.)


Relojes de Barcelona en Revista Carpe Diem

Como decíamos al comienzo nuestra única intención con la presente colaboración ha sido compartir la experiencia con todos vosotros dando a conocer parte del extenso patrimonio gnomónico que atesora la ciudad de Barcelona y animaros a visitarla, si no lo habéis hecho ya, y a descubrir en ella todos los encantos que encierra… además de los de sus relojes de sol.

Texto y fotos: Esteban Martínez Almirón: relojandalusi@gmail.com (2005).
Edición y corrección: Javier Gutiérrez Chamorro (2021).

Los planos ofrecidos han sido obtenidos de la web del Ayuntamiento de Barcelona, https://www.bcn.es.

4 comentarios en “Relojes de Barcelona en Revista Carpe Diem”

  1. Extraordinario viaje a través de tu pluma Guti, excelente, hizo aumentar mi amor por esos preciosos lugares y esos bellísimos relojes de sol.
    Como comentario, debo decir que solo un reloj antiguo he visto aquí en Yucatán, está en Izamal, uno de los pueblos mágicos que tenemos en esta mi tierra.
    (por cierto, en Izamal nació mi madre, una pintora copista de óleo extraordinaria, ha hecho copias increíbles)
    Gracias por este trabajo Guti y te mando un abrazo desde México.

  2. Javier Gutiérrez Chamorro (Guti)

    Muchas gracias Ricardo. Es algo antiguo, pero creo que estos contenidos que dan a conocer lugares y relojes merecen ser preservados. La habilidad de los pintores siempre me ha cautivado, será porque por más que lo he intentado yo nunca he tenido paciencia.
    Un abrazo desde España!

  3. Buenas noches Javier y Ricardo.

    En alguna galería puso un reloj mondine. A ver si mañana os envío uno del edificio del reloj del puerto valencia.

    Una lastima que se vaya perdiendo la costumbre de los relojes en las calles y ayuntamientos… Durante un tiempo fueron la referencia pública que daba los tiempos.

    Gracias Javier por la entrada. D. Ricardo cuidese

  4. Javier Gutiérrez Chamorro (Guti)

    Pues fíjate Sergi la he buscado y la he encontrado en la Galería 2, es de noviembre de 2020 nada menos, así que espero con ganas esas fotos.

    Pensaba algo parecido, no relacionado con que haya menos relojes, creo que hay más, pero menos emblemáticos, sino en su falta de mantenimiento. He visto relojes digitales en farmacias que van adelantados 20 minutos. Para mi eso es peor que no tener reloj en absoluto.

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